“Me siento como el frijolito negro” por ser el único policía queretano que se dedica a las artes plásticas, en específico a la pintura, con la cual expresa su estado de ánimo, sus emociones y gustos, pero también pretende romper el paradigma de identificar al policía sólo como una persona uniformada que trae pistola y radio.

Juan Daniel Cruz Sánchez es un artista que desde niño conoció su gusto por la pintura y los trazos, y desde hace varios años se desempeña como un policía uniformado, integrado a la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC).

Actualmente Cruz Sánchez se encuentra integrado al Centro de información y Análisis para la Seguridad (CIAS) de Querétaro, en el área de atención de reportes del 911, “yo estoy en área de cámaras donde se vigila la ciudad”.

Juan Daniel cuenta con su certificación policial, “me gusta ser policía, cuando recién salí de la academia andaba en una patrulla, anduve algún tiempo en calle y después se dio la oportunidad de integrarme al CIAS”.

En el CIAS operan las líneas de emergencia 911, la de denuncia anónima 089, Locatel y también concentra las operaciones relacionadas con la atención de emergencias por accidentes y protección civil.

Desde su casa, en donde tiene habilitado un pequeño espacio en el que se encuentran pinceles, lápices para ejecutar sus trazos, lienzos y paletas para pintar, nos insiste que su vocación es “servir a la ciudadanía, eso me satisface mucho. Desde donde estoy asignado ayudo a la recuperación de vehículos robados, también hemos ayudado a las mujeres que van a dar a luz”.

“La satisfacción de ayudar a la gente es lo que cuenta en este trabajo”, pese a que reconoce que es una labor poco reconocida por la mayoría de la ciudadanía.

Un gusto que viene desde su infancia

En la policía estatal, Juan Daniel se siente como “el frijolito negro”, debido a que sus compañeros de trabajo no suelen practicar la pintura, expresión artística a la cual le dedica horas durante sus tiempos libres “y eso se da cuando me quito el uniforme y me meto a mi mundo de la pintura”.

Los policías, dice, tienen más la característica y tradición de dedicarse en sus tiempos libres a actividades de contacto como es la práctica del boxeo, “aunque también tengo compañeros músicos, otros que les gusta la cocina, eso lo ignora la gente porque únicamente nos ven con el uniforme y ahí queda, pero no saben mucho de nosotros como seres humanos y nuestros gustos”.

Su gusto por la pintura nació cuando tenía ocho años, cuando cursaba tercero de primaria, al hacer unas mezclas con pinturas y eso ee fascinó, lo atrapó. Ya en secundaria y preparatoria le dedicó más tiempo a pintar, “después tuve una pausa y lo retomé a los 21 años, actualmente tengo 34, y ahora puedo decir que las artes plásticas me han acompañado durante toda mi vida”.

Su amor por la Policía Estatal (Poes) y por esta actividad pictórica, nos dice con emoción, va a quedar plasmado en una pintura en la que nos muestra el escudo de esta corporación en la que trabaja: “quise hacer un trabajo que nos identifica, que es el escudo de la Policía Estatal”.

“Pretendo donar la pintura a la SSC para que la exhiban en un espacio en el que mis compañeros la puedan ver y con esto también estoy rompiendo el paradigma en el que todos se imaginan que el policía es un uniforme, que trae una pistola, una radio, pretendo quitar esa dureza que tiene la ciudadanía ante la corporación y para que se den cuenta de que sus oficiales también son seres humanos capaces de desarrollar actividades recreativas como son las artes plásticas”.

Aunque también dice que le gustaría que con el apoyo de la SSC se pudiese montar una muestra para mostrar la mayoría de sus obras pictóricas.

Expresión de sentimientos

Cruz Sánchez dice que en las obras que realiza se puede observar “un estilo figurativo”, son figuras totalmente identificables que van desde el retrato, paisajes, aunque también me gusta pintar muchas aves, “entonces ese es mi estilo de pintura”.

Desde hace nueve años forma parte de un grupo de artistas que exhiben en una galería del Andador Libertad, en el Centro Histórico de la capital, “ahí expongo sábados y domingos o los días que me permite mi actividad laboral, aunque también expongo en medios digitales como las redes sociales, a través de las cuales me llegó una invitación para exponer en una galería de Tequisquiapan”.

En esas galerías vende sus obras, “muchas de ellas se trabajan por encargo, en este momento hago un golfista, es un encargo de un cliente que practica dicho deporte, son obras con precios muy variables, desde los cinco hasta los 15 mil pesos”.

La pintura, como la mayoría de las actividades artísticas, explica, reflejan los estados de ánimo del autor: “con el arte expreso sentimientos, acciones de protesta, también se emiten juicios”.

Refiere que hace dos años murieron en un operativo dos de sus compañeros de la Policía “y les hice un homenaje, a uno de ellos le hice un retrato y al otro una pintura de su patrulla, que para él significaba mucho y esas obras se las regalé a sus familiares”.

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