Con alrededor de siete mil egresados, muchos de ellos microempresarios, el Instituto de Artes y Oficios de Querétaro cumple 30 años, y llega a este aniversario trabajando a sana distancia, posponiendo festejos y con las restricciones sanitarias que impone la pandemia del Covid-19.

Desde que el maestro Agustín Rivera Ugalde imaginó su creación hasta nuestros días, esta institución continúa brindando posibilidades de desarrollo para todos los públicos que encuentran oportunidades de realización creativa, laboral, artística y cultural, y que pueden obtener diplomas con reconocimiento oficial.

Personas y familias completas definen su vocación y descubren alternativas de autoempleo que contribuyen a mejorar sus condiciones de vida y de convivencia.

Tres décadas de creatividad y enseñanzas
Tres décadas de creatividad y enseñanzas

Asimismo, dice su director Fernando Mendoza Vargas, el instituto “contribuye también a la conservación y promoción de la cultura y las tradiciones de nuestra entidad”.

Explica que la pandemia ha obligado a restringir las clases presenciales y realizar ejercicios creativos en torno a la actualización de los procesos y metodologías de enseñanza, así como de capacitación de todo el personal.

La adaptación a clases online, afirma, “nos presenta varios desafíos: la inversión en equipamiento para transmitir; internet; adaptación de instalaciones en taller; capacitación de maestros y personal técnico de apoyo; adecuación de programas y metodologías; así como esquemas de evaluación, costos y duración, por citar algunos”. Y añade: “sin embargo, estos retos representan también la oportunidad de superar obstáculos, ampliar nuestros niveles de creatividad, adquirir nuevas habilidades y, en su caso, renovar esquemas y niveles alcanzados hasta ahora”.

No obstante, y a pesar de impartir clases virtuales, en algunos talleres reconoce ciertas dificultades derivadas de las exigencias de las labores del taller. “La mayoría de los alumnos —asume— desea regresar al esquema presencial…”.

Una de las notas distintivas que han caracterizado el trabajo reciente en el instituto ha sido su creciente presencia a través de las tecnologías de la información y la vinculación con todo tipo de entidades públicas y privadas, exposiciones, ferias, realización de eventos y actividades diversas.

El desarrollo humano. Para el director del instituto, además de mejorar los talleres existentes y crear nuevos (tapicería, cómputo, grabado, elaboración de instrumentos musicales de cuerda, entre otros), “el enfoque se ha dirigido esencialmente en ampliar la oferta educativa; fomentar el desarrollo humano; promover el ejercicio de las artes y los oficios; impulsar el valor del respeto por los recursos naturales y el medio ambiente; y fomentar la creación de micro empresas”.

Se podría decir, argumenta, que realizan una intensa labor de puertas abiertas. “En los últimos cinco años hemos implementado muchas actividades y eventos con el propósito de elevar el nivel de formación de toda nuestra comunidad educativa, así como de fomentar el interés general hacia el ejercicio de las artes y los oficios por los diversos beneficios que aporta a la sociedad en su conjunto, entre ellas el Coloquio ‘Cruces entre las artes y los oficios’ y el Ciclo de Conferencias ‘Iglesia, Artes y Oficios’ por un lado, y, por el otro, cursos especiales como ‘Pasaporte al Éxito’ en coordinación con la Coparmex y USEM”.

“También se han llevado a cabo inversiones importantes para poner en práctica valores como el cuidado ambiental y se han instalado paneles solares que ya están generando prácticamente el 100% de la energía que se utiliza en los talleres e instalaciones. Y se han llevado a cabo cursos especiales para facilitar el desarrollo humano e impulsarlo a través del personal docente”.

Una biblioteca y un libro, para celebrar… Una de las actividades que distinguen a esta institución son sus exposiciones semestrales, que ya son una tradición. “Efectivamente —manifiesta Mendoza Vargas— son una excelente oportunidad para conocer el nivel que alcanzan nuestros alumnos a través de sus creaciones; genera la oportunidad de conocer las instalaciones, maquinaria y equipos que nuestros alumnos ocupan durante su capacitación; se promueven valores de convivencia familiar y vocaciones para las artes y los oficios; y se facilita la interacción entre la sociedad en general y el instituto”.

Tras reconocer el compromiso, la formación académica y la experiencia profesional de los docentes y el empeño de todo el equipo del instituto, Mendoza expone entusiasta sus esfuerzos por crear una biblioteca y llevar a cabo la impresión del libro Las artes y los oficios, a propósito de este 30 aniversario.

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