En noviembre de 2018 se abrió al público la exposición Miguel Ángel El Divino, en el Museo de los Conspiradores; se había proyectado su permanencia hasta el 28 febrero de 2019, su estancia se extendió por unos meses más, pero su tiempo en Querétaro ha culminado y  ahora estará vigente hasta el próximo 28 de abril, en el Museo de los Conspiradores.

La exposición está conformada por 30 piezas que son réplicas de las obras más relevantes de Miguel Ángel Buonarroti, entre las que destacan bustos, esculturas, pinturas y maquetas. La muestra abre con magna obra de “El David”, una reproducción de poco más de cinco metros de altura que muestra la habilidad artística de Buonarroti; dicha escultura está rodeada de imágenes de los frescos de la célebre Capilla Sixtina; además de “La Piedad”, en donde se ve la versión de Miguel Ángel de María con su hijo muerto en brazos.

En 2010 fue gestada la exposición; el Museo de Miguel Ángel en Caprese, pueblo donde nació el escultor italiano, quiso realizar una muestra sobre la obra de su máximo artista para que pudiera viajar al mundo, la serie llegó primero a Oriente, a Taipéi, Taiwán.

Y en 2016 hizo su primer arribo a México, visitó Puebla y luego de su paso por Monterrey y San Luis Potosí, se instaló en el Museo de los Conspiradores con el objetivo de poner las piezas al alcance del público que no tiene oportunidad de viajar y conocer los recintos en Europa, donde se encuentran las obras más representativas de Miguel Ángel, uno de los exponentes más prominentes del Renacimiento.

Las obras fueron recreadas por un equipo de artesanos y escultores florentinos, que han combinado las bondades de la tecnología y técnicas variadas para lograr una reproducción idéntica.

Los moldes, sacados de las primeras copias de los originales, permitieron realizar réplicas fidedignas de las obras que están en Italia y que no pueden trasladarse a otros territorios, piezas como “El David”, por su estructura y dimensiones, es impensable que puedan salir.

El proyecto es presentar obras fieles para que la gente las conozca y aprecie sus detalles, cuál era el objetivo de Miguel Ángel al crear cada una de sus piezas, por eso la exposición presenta junto a cada escultura, su historia, con apoyo de videos e información.

Genio, loco, polémico, pero también un hombre lleno de sensibilidad, así era Miguel Ángel, el famoso artista italiano que a los 24 años esculpió una de sus máximas obras: “La Piedad”. Entre 1501 y 1504, luego de que varios artistas intentaran esculpir en el bloque de mármol de Carrara, que se transportó a Florencia por el mar Mediterráneo, “El David” nació en manos de Miguel Ángel Buonarroti, que presentara en tal escultura al joven pastor justo antes de enfrentarse contra el gigante Goliat.

El mismo Miguel Ángel decía: “Yo soy escultor de natura”. Nació en una familia de cinco hermanos, su mamá estaba enferma y fue dado a una nodriza para que lo cuidara, porque era muy pequeño, y la nodriza era la mujer de un escultor, por eso el artista decía: “Junto a la leche de la nodriza, yo chupé el polvo de la piedra y eso se me empezó a quedar dentro y por eso yo soy un escultor, no un pintor”.

Su alma era el alma de un escultor y la encomienda de la Sixtina fue un reto para él, pero lo aceptó y triunfó como el mejor pintor del Renacimiento.

Entre el público que se ha dado cita a la exposición, destacan estudiantes, grupos culturales y familias. La exposición estará vigente hasta el día 28 de abril en el Museo de los Conspiradores, ubicado en el número 18 del andador 5 de Mayo.

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