“Hortensia, ya estás recuperada, dormiste mucho, ahora sigue adelante, siempre adelante”, eso es lo que la fotógrafa con ceguera Hortensia Trejo le dice a su autorretrato, una fotografía de 2013. El teatro y la fotografía son sus grandes aficiones y retos, también le gusta recorrer los museos, “son cosas que no pude hacer cuando veía”, explica a EL UNIVERSAL Querétaro.

Es queretana, contadora de profesión y perdió la vista hace tres lustros. “Voy a hacer mi fiesta de 15 años”, dice entre risas.

La causa de la pérdida de vista es una diabetes mal cuidada. Por eso siempre les dice a los jóvenes que se cuiden, porque por un accidente o una enfermedad se puede adquirir la ceguera.

“Cuando perdí la vista me dio miedo. Yo soy contador, mi vida eran los números y me pregunté: ¿Y ahora qué voy a hacer? Y ya sé que puedo hacer muchas cosas, soy capaz de andar en el centro sola, lo puedo hacer y lo quiero hacer. Aprendes mucho cuando pierdes la vista, si yo hubiese sabido lo que me podría pasar, me hubiera cuidado más. Yo me enfoqué en el trabajo, y me olvidé de la alimentación. Me enfoqué a la contabilidad, es una carrera muy bonita, pero muy matadita, trabajas con los números, trabajas con la vista, con el tiempo, sobre todo en tiempo declaraciones, hay que olvidarse un poco del alimento, con un cafecito tienes y ya, dices. Y no, eso no es, por eso perdí la vista, una diabetes mal cuidada”.

Los 15 años viviendo en la ceguera, los toma también como un aprendizaje de vida, aunque no ha sido fácil, pero nunca faltó el apoyo de su familia, principalmente de su esposo.

“Ahora que ya estoy en esta edad lo entiendo, lo comprendo y trato de transmitirlo, hay cosas buenas, yo no quiero que la gente me aplauda y que me diga qué feliz es, no, soy feliz porque estoy en paz conmigo misma, y lo quiero plasmar en la fotografía”.

Retrata las tradiciones de Querétaro

En los talleres de Buró Cultural Artesano comenzó su formación como fotógrafa. A la fecha tiene una gran cantidad de material, y ya le ofrecieron por parte del DIF Querétaro y la Secretaría de Cultura estatal, realizar su propia exposición. Recientemente expuso su autorretrato en el Centro Queretano de la Imagen, como parte de la colectiva El Hilo Negro: Orígenes.

Se describe como una fotógrafa que piensa mucho las imágenes, antes de hacer la foto, y lo que más le gusta retratar son los recuerdos de calles, casas y las tradiciones de Querétaro.

“A mí me gustan mucho las tradiciones queretanas, soy queretana 100 por ciento, todo lo que yo plasmo son recuerdos que tengo de cuando veía, y no lo pude hacer. Me gustan los colores muy fuertes, me acuerdo mucho que me fui a las danzas de los concheros, lo que nunca hice cuando veía, platiqué con los jefes de grupo de danza y me permitieron sacar fotos, también le tomé fotografías a los arcos que ponen en la iglesia, todo lo que yo recordaba quería plasmarlo y dárselo a conocer a la gente, porque nos hemos estado relegando los queretanos y mucha gente no conoce nuestras tradiciones y yo quise rescatar eso, con mi ceguera”.

Al dar un paseo por la ciudad recuerda con exactitud calles y casas emblemáticas. “Quiero demostrar mi Querétaro anterior, cuando era apacible, para que lo conozcan las nuevas generaciones que no saben ni qué calles son, cómo se llaman, sí recuerdo donde están las calles. El otro día me llamó mucho la atención el colegio guadalupano, que es el primer colegio de Querétaro, y yo quiero sacar una foto de este portón, porque mucha gente no sabe que existe. Pero cómo lo voy a transmitir, la gente no te escucha, por medio de la fotografía probablemente sea una manera de transmitirle mis pocos conocimientos de mi Querétaro, amo mi Querétaro y eso es lo que yo quisiera transmitir”.

Plasmar a su Querétaro y volver a hacer teatro, son de los planes de Hortensia. Era miembro del grupo de teatro Mira lo que veo, pero a la fecha son pocos integrantes, por eso no ha regresado a la escena.

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