Luego de celebrar su premier en Querétaro, el largometraje Cacha de oro, de Manuel Rodríguez, comenzará a registrarse en festivales nacionales e internacionales; durante dos años se contempla una gira por los principales circuitos de cine y en diciembre se espera llegar finalmente a las salas de cine comercial de la ciudad, además buscarán estar en plataformas digitales, como MUBI o Amazon Prime.

Cacha de oro se apunta para ir a  festivales
Cacha de oro se apunta para ir a festivales

“La distribución es la parte más difícil del cine en México, a pesar de que hoy en día se produce más que en la época del cine de oro mexicano, llega menos cine mexicano a las pantallas, es natural porque las pantallas son un recurso finito y estás compitiendo contra películas de 150 millones de dólares. Y cuando te va bien en festivales puedes alcanzar ir a las salas, tener cine queretano en pantallas comerciales es maravilloso”, explica en entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro, Alex Camargo, productor de Cacha de oro y cofundador de Panda Rojo Media.

La compañía productora de video y cine digital, Panda Rojo Media, nació en 2014 y junto con Manuel Rodríguez han desarrollado varias producciones. Alex comparte que ya se ha vuelto una tradición que, al finalizar un proyecto, Manuel ya tiene listo un nuevo guión.

Sin romper dicha tradición, Cacha de oro celebra su premier hoy en la Cineteca Rosalío Solano y ya tienen un nuevo proyecto, se llama Hiena, una historia que el mismo Manuel Rodríguez presentó a la convocatoria de Apoyo a la Producción de Largometrajes de Ficción del Programa de Fomento al Cine Mexicano (FOCINE) 2024.

De los 30 proyectos de ficción registrados en la convocatoria, Hiena fue uno de los seis seleccionados del FOCINE 2024, junto a otras iniciativas de Sonora, Ciudad de México, Veracruz, Quintana Roo y Oaxaca. La nueva película de Manuel Rodríguez se filmará este año, con parte del mismo equipo de Cacha de oro.

Alex Camargo recuerda que Manuel comenzó a colaborar en los proyectos de Panda Rojo en posiciones técnicas de menor jerarquía y poco a poco fue subiendo de rango. Para la participación de un rally de 48 horas, se preguntó al equipo quién quería dirigir, “Mane alzó la mano y dijo: ‘yo me aviento a dirigir’”.

El resultado fue el cortometraje Adelante (2016), con el cual ganaron una cámara, la venta de este equipo les permitió producir dos proyectos más: El último viaje de Alejandro Mac Gregor y Recorte de presupuesto de Manuel Rodríguez. “De ahí se ha ido dando esta complicidad”, expresa Alex Camargo.

Luego de realizar el cortometraje Todos los caminos llevan adiós, escrito y dirigido por Manuel Rodríguez, en donde trabajaron con el primer actor Gustavo Silva y Cointa Galindo, surgió Cacha de oro.

Querétaro, un personaje más

El largometraje Cacha de Oro cuenta la historia de Diego Palmiro (Gustavo Silva), un legendario traficante de arte que, afectado por el Alzheimer, escapa de su casa en medio de un importante y peligroso negocio. Su hija Olga (Cointa Galindo) ahora debe lidiar con el caos, gestionar con sus socios y encontrar a su padre, quien en las calles de la ciudad conoce a Joselo un lanzallamas con quien desarrolla una amistad y resignifica su idea de libertad.

La historia se filmó en Querétaro y aunque no presenta los sitios icónicos, es fácil reconocer que es la ciudad.

“Es una película que sucede en una ciudad y esa ciudad resulta que es Querétaro, la historia acaba sucediendo en un barrio muy específico, que muchos lo conocen como La otra banda, alrededor de la estación del tren. Cacha de oro acabó siendo un ejemplo de cine de barrio, y si un queretano lo ve, aunque no salen los arcos, no sale el centro colonial, hay muchos puntos identificables de Querétaro y Querétaro se convierte en un personaje más, y en especial este barrio tan querido y pintoresco, el proyecto terminó siendo una celebración al barrio y mucha gente del barrio se vio involucrada, terminó siendo una oportunidad de expresión colectiva”, destaca Camargo.

Largometraje de forma accidental

Cacha de Oro fue ganadora de la primera edición del Concurso de Apoyo a la Producción de Mediometrajes de Ficción Miguel Ruiz Moncada, que es convocado por la Secretaría de Cultura del Estado de Querétaro, pero el producto final no fue un medio sino un largometraje, formato que facilitará posicionarlo en los festivales.

“Manuel presentó una historia de 44 páginas, pero un mediometraje es muy difícil de posicionar en festivales. Muchos cineastas piensan la historia en planos, Manuel por sus tablas de teatro piensa en el plano secuencia, gracias a ese estilo la historia orgánicamente se convirtió en un largometraje y afortunadamente la Secretaría de Cultura aceptó la propuesta de dejarlo en un largometraje. Debemos celebrar el hecho de que accidentalmente nos salió un largometraje”.

La película se filmó en 12 días y se llevó todo un año de posproducción, un trabajo que fue posible con la colaboración de varios creativos, instituciones y la misma comunidad cinematográfica de la entidad.

“En Querétaro se puede hacer cine, pese a que mucha gente te dice: ‘cómo, si aquí no se puede hacer eso’. Y sí, se ha venido haciendo y materializado y es por un esfuerzo colaborativo y un trabajo en equipo, desde la gente que te presta locaciones o un coche. En una película nos enfocamos en el director y en los actores, pero se requiere de toda una comunidad, una ciudad y eso es lo que ha permitido que en Querétaro hoy se esté haciendo cine y cada vez se están haciendo proyectos de mejor calidad”, agrega Alex Camargo.

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