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Hulk Hogan llegó a un acuerdo con un disc-jockey por un video en el que el ex luchador profesional aparece teniendo relaciones sexuales con la esposa del DJ.
Los términos del acuerdo son confidenciales, dijo ayer en un comunicado un publicista de Hogan.
Hogan dijo en su demanda a principios de mes que tuvo relaciones de mutuo acuerdo con la esposa de su mejor amigo, Heather Clem, hace seis años en la casa de los Clem, pero que no sabía que lo estaban grabando en video.
El disc-jockey, Bubba the Love Sponge Clem, se disculpó con Hogan. También dijo que estaba convencido de que Hogan no sabía que lo estaban grabando.
Una demanda contra el cibersitio de chismes, Gawker, que publicó fragmentos del video, aún está pendiente.
Optan por hacer negocio
Tras el escándalo por la divulgación sin autorización de videos sexuales, algunas figuras públicas han optado por sacarle provecho a lo que ya es irremediable.
Así, Pamela Anderson y su entonces esposo, el músico Tommy Lee, demandaron a Internet Entertainment Group, compañía que vendió el video casero de su luna de miel, robado de su casa.
El acuerdo alcanzó 1.5 millones de dólares de ganancia para la estrella de Guardianes de la Bahía; luego se distribuyó otro video, con una pareja anterior, el músico Bret Michaels, lo que creó un nuevo mercado para este tipo de productos.
Paris Hilton heredó la vena para hacer negocios. En 2004 fue publicada la cinta One night in Paris, donde aparece sosteniento relaciones sexuales con su novio, Rick Salomon, quien ventiló el video.
La socialité demandó a su ex pareja, quien alcanzó ingresos de 10 millones de dólares por el video; Paris llegó a un acuerdo por la cinta, que le reporta 4 millones de dólares al año en regalías.
Y tras el escándalo y la exhibición pública, la mamá de Kim Kardashian reparó el honor de su hija cobrando 500 mil dólares (algunos dicen que la cifra llegó al millón de dólares) por la difusión del video en el que la socialité aparece teniendo sexo con el rapero Ray J, aunque versiones no oficiales responsabilizan a la propia Kris Jenner de haber vendido el video a la empresa Vivid Entertainment.
El año pasado se especulaba sobre la venta de otro video de similares características de la famosa modelo, por el que ofrecían 30 millones de dólares.
