La actriz Amanda Bynes fue arrestada ayer en Los Ángeles ahora por manejar bajo la influencia de sustancias.

De acuerdo con la página TMZ, la joven de 28 años fue detenida en la madrugada y llevada a una estación cercana, en donde se le presentaron cargos por un delito menor de conducir bajo influencia.

Bynes fue liberada alrededor del mediodía luego de pagar una fianza de 15 mil dólares.

Actualmente, la actriz que saltara a la fama en el canal Nickelodeon se encuentra bajo custodia de sus padres, con quienes vive en Orange County, y en libertad condicional por conducir ebria en 2012.

El año pasado, Bynes figuró en los medios por diversos incidentes y su conducta, entre ellos, en julio incendió uno de los accesos del lugar donde residía.

La actriz fue sometida a diversas evaluaciones mentales y evitó que le hicieran cargos criminales gracias que no pretendía causar destrozos con el incendio.

Bynes también golpeó una patrulla que la detuvo cuando ella manejaba su auto bajo los influjos del alcohol, se negó a someterse a la prueba de alcoholemia y pidió al presidente Barack Obama, que despidiera al policía que la arrestó; uno de estos incidentes le generó cargos.

Estuvo en rehabilitación varios meses por problemas de salud mental. Incluso llegó a mencionarse que padece de esquizofrenia, pero su madre rechazó esa versión, aunque reconocieron que su hija es “una amenaza para sí misma”.

Tras un periodo de tres meses en tratamiento, la actriz regresó en diciembre a la casa de sus padres, donde se había mantenido sin escándalos, hasta ayer.

Los padres de Amanda manejan su patrimonio, estimado en 3.3 millones de dólares, además de su salud, pues la actriz se volvió aficionada a las cirugías estéticas. “Creemos que las cirugías que quiere realizarse son peligrosas e inseguras para su salud”.

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