RÍO DE JANEIRO.— El futbolista brasileño Zico cometió el error que lo marcaría toda la vida en 1986, cuando falló un penalti que le costó a Brasil la eliminación del Mundial de México, pero ese desacierto será redimido este año con un desfile en su homenaje durante el Carnaval de Río de Janeiro.

La escuela de samba Imperatriz Leopoldinense, una de las más tradicionales en el Carnaval de Río, llevará al Sambódromo la próxima semana un desfile inspirado en el “Pelé Blanco”. “Ahora no fallará el penalti. Es hora de que gane el Carnaval. Él no puede perder”, dijo con una sonrisa, el presidente Luiz Drumond, elector de la temática del homenaje a Zico.

El origen del homenaje al mítico jugador de la selección brasileña y del club Flamengo surgió, según comentó Drumond, porque “2014 es el año del Mundial” y había que celebrar eso en el “Carnaval, que es la fiesta popular por excelencia”. Por eso la escuela se decidió por un futbolista que, pese a no haber ganado nunca un Mundial, “tiene una gran aceptación como ídolo y como persona” entre los aficionados de Brasil.

Acaso uno de los atletas brasileños más transversales, durante los ensayos para el desfile aficionados de los otros grandes clubes cariocas, como Botafogo, Vasco da Gama y Fluminense, jalean la presentación. “Consiguió la unanimidad de todos los ‘torcedores’”, comentó Drumond.

“El homenaje también se extiende a ellos, botafoguenses, vascaínos y tricolores”, agrega el dirigente.

El trabajo, aún se están dando los últimos retoques a las siete enormes carrozas que llevarán al desfile en el Sambódromo la próxima semana en el que más de 3 mil 200 componentes del grupo carnavalesco relatarán la vida de Zico.

Las 400 personas responsables de estos trabajos tomaron desde hace varias semanas su lugar en la Ciudad del Samba —el espacio habilitado en Río de Janeiro para que las diferentes escuelas preparen su Carnaval— y comenzaron un diseño a cuyo frente se situó uno de los directores más prestigiosos, Wagner Tavares de Araújo.

Con un presupuesto que, según fuentes de la propia escuela, está alrededor de siete millones de reales (casi tres millones de dólares), la escenografía preparada por la escuela Imperatriz Leopoldinense hará un recorrido por la vida del “crack” del fútbol.

Su pertenencia al Flamengo —club de fútbol más popular de Brasil—; metáforas sobre su alias, “el Gallo de Quintino”, o su trayectoria en Japón tendrán un lugar de honor.

Al lado de los tributos a su carrera, en la que Japón —país cuya selección llegó a comandar y en donde es un ídolo de masas— tiene un peso específico. En el año en que Brasil intentará alzarse con su sexto entorchado en la máxima competición futbolística de selecciones, desfilarán junto a Zico tres campeones mundiales con Brasil: Roberto Rivelino, Ronaldinho Gaucho y Paulo Cezar Cajú, rindiendo homenaje a la pentacampeona.

“Sin formalidades. Es Carnaval y pueden llamarme Zico”, dice la música en homenaje al ídolo que brilló en los mundiales de España 1982 y de México 1986.

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