El Museo de Arte de Querétaro (MAQRO) es ícono de la actividad cultural en la ciudad, y a sus 30 años su principal reto es atraer a nuevos públicos, dice su director, Roberto González García, quien ha sido testigo del nacimiento, crecimiento y madurez de este recinto.

El 22 de septiembre de 1988 el MAQRO abrió sus puertas, y para celebrar tres décadas de labor ininterrumpida, hoy inauguran “La abstracción en México”, una exposición con obra de destacados artistas, como Rufino Tamayo y Leonora Carrington, piezas que pertenecen a la colección de SURA.

La muestra permanecerá abierta al público hasta el 21 de abril de 2019, con disponibilidad de visitas guiadas y talleres especiales para niños, actividad que ha llamado mucho la atención; al mes, el museo recibe a mil 500 niños, ellos son las nuevas generaciones a las que quieren impactar, explica González García a EL UNIVERSAL Querétaro, en una entrevista en la que también habla de la historia del Museo de Arte, su presente y su futuro.

Fuiste testigo presencial del nacimiento del MAQRO, ¿cómo lo recuerdas y cómo estás viviendo este momento en el que eres el director?

El viaje inició hace 30 años, un 22 de septiembre, yo estaba aquí cuando el presidente Miguel de la Madrid lo inauguró, fui invitado a colaborar junto con Margarita Magdaleno, yo como curador y ella como directora, y a partir de ese día ha sido una experiencia increíble, porque el espacio, además de ser un patrimonio cultural muy importante para la nación, para la humanidad, por la belleza de su claustro, ha trascendido culturalmente, surgió para una vocación de convento agustino y en algún momento fue cuartel, para que después el presidente Porfirio Díaz lo convirtiera en Palacio Federal, y así se mantuvo durante el siglo XX hasta 1988, año en el que se inaugura como Museo de Arte, una de las vocaciones más hermosas. Desde su arranque fue una luz para la cultura y el arte en Querétaro, todos los artistas queretanos han participado en este museo, todas las expresiones del arte en Querétaro se han presentado aquí y se ha convertido en un punto de reunión, de diálogo para la comunidad y la sociedad queretana, es un museo que está en el corazón del centro de Querétaro y ahora que cumple 30 años palpita con más fuerza y con mucha luz.

Hace 30 años, ¿cuáles eran los retos y ahora a qué se enfrenta el museo?

Mantener las colecciones que teníamos en comodato y crear una colección propia fue algo que nos propusimos desde el inicio, con la directora Margarita, hacer una colección a través de donadores, de artistas que con su generosidad de siempre han colaborado en favor de la cultura, y ahora hay una muy importante colección. Otro reto fue la conservación de este lugar, requiere mucho conservarlo, no sólo como museo sino como patrimonio cultural y ese es un reto permanente, que ahora después de 30 años, lo seguimos manteniendo para que esté impecable y no se deteriore ni un milímetro de los muros. Y ahora es seguir construyendo nuevos públicos, Querétaro es una ciudad que ha crecido muchísimo, ha llegado gente de toda la República y eso hace que nos enfrentemos a nuevos retos de manera permanente, un museo nunca concluye su misión.

¿Cómo ha sido el trabajo con esos nuevos públicos?

Cuando entré a la dirección lo primero que hice fue establecer que la entrada al museo fuera gratuita, esto alentó a más público y el trabajo que hemos venido haciendo en servicio educativo con los niños ha sido extraordinario, tenemos en promedio mil 500 niños al mes, por ejemplo, ahora con “La abstracción en México” los niños van a ingresar a esta gran exposición y conocerán a nuestros artistas mexicanos, y cómo el arte abstracto se va construyendo en nuestro país y luego ellos podrán replicar en el taller alguna de esas obras que vieron, harán su Coronel, su Carrington, su Tamayo, y se lo podrán llevar, es una experiencia muy bonita. Y eso es lo que queremos, que las nuevas generaciones se acerquen, que su educación estética y visual crezca, y sobre todo que conozcan el arte mexicano.

¿También son un museo incluyente?

Sí, y eso es muy importante, pertenecemos a una red a nivel nacional de museos incluyentes, seguimos trabajando con los ciegos, con personas con discapacidad intelectual, y con personas de la tercera edad; tenemos varios programas y visitas especiales para cada uno.

¿Qué viene para el museo?

Permanentemente estamos buscando las mejores exposiciones, ya estamos trabajando en las de 2019, tendremos las mejores obras para que los visitantes y la sociedad queretana pueda nutrirse y tener una experiencia con el arte en su museo, y eso es una tarea que siempre tenemos que estar trabajado de manera permanente. También hemos estado actualizando iluminación, acabamos de remodelar la sala 13 de la planta baja, ya tenemos todo el equipamiento de iluminación, equipo de sonido, se adquirió una camioneta para el museo —que no tenía vehículo—, y ahora vamos a remodelar el espacio de la recepción, que pronto la podrán ver.

A sus 30 años el MAQRO está viendo nacer a un nuevo hermano, el Museo de Arte Contemporáneo, ¿cuál es tu opinión al respecto?

Hace 30 años el presidente de la República tomó la decisión de hacer el decreto para donar este edificio y convertirlo en museo, me parece una decisión muy acertada la que tomó el gobierno del estado de la época y con mucha pasión, y que justo 30 años después se repita esa misma acción es algo afortunado. Y así como hace 30 años era ya importante y demandante que Querétaro tuviera un museo como este, ahora es importante y es una demanda que Querétaro posea un Museo de Arte Contemporáneo y ya es una realidad, además está ubicado en un lugar histórico y emblemático, es una coincidencia muy afortunada que precisamente, luego de 30 años, se tome la decisión de crear un nuevo recinto que sin duda va a enriquecer la vida cultural.

bft

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