Amaya Saízar asegura que ella y el grupo al que perteneció, Trigo Limpio, permanece en el recuerdo colectivo, en la memoria de la gente. “No soy un recuerdo”, dijo en entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro.
“Me piden las canciones de siempre y las cantan conmigo”, agregó la vocalista de “Rómpeme, mátame”.
Recordó la cantante de origen vasco, su más reciente recital en Zacatecas, “A reventar, todo mundo de pie, la gente se subió al escenario conmigo y así es muchísimas ocasiones”, dijo.
“Es que soy muy cercana, yo no me siento, estoy arriba en el escenario, y estoy abajo, nunca me siento, el escenario es mi casa y a la gente yo la invito a mi casa”, declaró.
Amaya Saízar dice que ella actúa los temas, que no sólo los canta.
“Es como una obra de teatro, una escenificación”, precisó.
La cantante estará hoy, viernes en el QBO de Querétaro, y en lo que resta del mes y el siguiente, dará recitales en Tequisquiapan, en San Miguel de Allende, y en la Ciudad de México.
“Tienes que venir a escucharme, te gustará”, dice Saízar al reportero, como asegurando que lo que se va a ver y escuchar no es lo mismo que en cualquier concierto.
Llegó a México huyendo de una de las peores crisis que ha vivido España, “No había trabajo y yo sólo sé cantar; bueno, no es todo lo que sé hacer, pero yo necesito cantar y no podía”, contó.
Pero también vino a México porque sabía que un día iba a vivir en este país, “desde que vine la primera vez dije: yo voy a vivir aquí”, aclaró la autora de “Lady, Lady”.
Amaya Saízar contesta preguntas y al mismo tiempo ve las primeras jugadas del partido inaugural del Mundial, con Brasil, en anfitrión, imponiéndose a Croacia, y recuerda un campeonato de Europa, con el triunfo de España. “Todos los españoles se unieron con La Roja (la camiseta del equipo), fue algo espectacular”, indicó.
También le gusta la cocina, “los vascos fueron los primeros cocineros españoles, son unos genios”, dijo con orgullo.
La cantante sugiere platillos, da consejos, comparte recetas secretas, propone un sorbete que lleve su nombre “Vale, que estás grabando, y te vas a llevar mi secreto”, advierte entre risas.
La cantante llegó a México hace cuatro años, más o menos, y desde entonces prepara un disco y un libro.
El disco es un homenaje al compositor Juan Carlos Calderón y el libro está dedicado a su hijo, que vive en España, con el padre.
“A Juan Carlos lo quise mucho, fue el amor de mi vida”, expresó con cierta nostalgia. “Mi hijo, algún día vivirá en México conmigo”, dijo con el sentimiento de una madre que extraña y mucho.
