El hecho de que una casa funcione a través de una conexión Wi-Fi (como todo puente informático), la vuelve vulnerable a hackeo. “Conectar todo a una red abre una serie de vectores de ataque, y cuando uno habla de cerraduras, puertas de garaje y controles de alarma, da miedo”, dijo el consultor de Trustwave, Daniel Crowley.

De acuerdo con lo difundido por la agencias de noticias AFP, Crowley y David Bryan analizaron algunos de los componentes de las redes domésticas y descubrieron que la seguridad era muy pobre. “Si alguien puede tener acceso a la red doméstica de una casa, aunque no tenga la llave, puede desbloquear la puerta y entrar”, dijo Crowley.

Esto se deriva de que a nivel mundial crece la tendencia de crear aplicaciones para smartphones que permitan controlar a distancia los dispositivos del hogar, con el fin de crear un ambiente agradable y cómodo para sus habitantes.

Sin embargo, sabemos que los móviles son blanco de ataques de los cibercriminales, lo que significa a la vista de Crowley que quien vulnere estos teléfonos también podrá tomar el control de los aditamentos de la casa, ya que una vez dentro de la red doméstica, los equipos no piden contraseñas para encenderse.

Esto no representa un obstáculo para Carlos Aldeco, quien afirma que “nuestras vidas están expuestas a través de la tecnología, prueba de ello son las redes sociales, pero creo que estos temores se irán disolviendo conforme la tecnología se vaya adoptando y sea aceptada por la población, porque no es más que un tema cultural y de hábitos de seguridad que los usuarios deberán adoptar conforme pase el tiempo y tengan experiencia en el uso de estos mecanismos”.

Además, dijo que es importante que los usuarios no guarden sus contraseñas de bancos o cualquier otra clave importante dentro de los dispositivos de almacenamiento y servicios de nube que manejen en su casa inteligente y que puedan ser vulnerados.

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