“Sin papeles, sin miedo” es la consigna de United We Dream (UDW), la red más grande de jóvenesinmigrantes en Estados Unidos, fundada en 2008 por la ecuatoriana Cristina Jiménez, la cual le  valió ser catalogada como una de las líderes juveniles más importantes en el sector de la política y el derecho en ese país.

Durante 1998, Ecuador pasaba una crisis política y económica. El pueblo forzó la renuncia del  Presidente y las escuelas y negocios cerraron como resultado de varios paros nacionales. 

Los padres de Cristina perdieron su trabajo y estuvieron sin empleo por meses hasta que se quedaron sin dinero para pagar escuela, renta y comida. Los días se hacían más adversos y fue así como decidieron partir a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades. 

Sin embargo, al llegar sólo encontraron abusos  por ser indocumentados. Cuando tenía 14 años, Cristina Jiménez reclamó al jefe de su padre por negarle el salario, pero no fue escuchada. “Me sentí sin poder hacer nada, impotente, porque tenía miedo de llamar a la policía o reportar a alguna agencia por temor de ser deportados”, recuerda.

Por ser inmigrante y no saber hablar inglés fue tratada despectivamente y en la escuela fue víctima robos y burlas. Eso la impulsó a aprender el idioma y a refugiarse en sus estudios y organizaciones civiles. 

A punto de graduarse de la preparatoria, no había leyes en su estado que la ampararan para poder ir a la universidad. “Cuando mi consejero me dijo que no podía ir a la universidad, sentí que tenía que tomar acción en contra de esta injusticia. Busqué organizaciones y me involucré con otros jóvenes para luchar por los inmigrantes”.

Cristina logró graduarse como administradora pública en el Baruch College de Nueva York y en 2008 fue cofundadora de UWD. “Queríamos proveer un espacio para jóvenes indocumentados donde compartieran sus experiencias y no se sintieran solos.  También queríamos empoderarlos para que ellos mismos aboguen  por la justicia y dignidad de su comunidad”, señala.

Fue esa fundación la que impulsó las campañas en 2012 para que DACA y DAPA fueran aprobados por el expresidente Barack Obama y que protegían a casi 700.000 jóvenes, incluyendo a su hermano Jonathan. 

La organización ahora trabaja Tenemos varios proyectos dentro nuestra organización, incluyendo la protección de deportación para la comunidad inmigrante. Queremos deshacer con los sistemas opresivos que criminalizan a nuestros seres queridos, y con eso es terminar con la detención de inmigrantes. Sabemos que los centros de detención en realidad son cárceles, y deshumanizan a la comunidad. 

Otro proyecto es el acceso a la educación para jóvenes inmigrantes. Hay demasiadas barreras para jóvenes indocumentados que quieren seguir sus estudios, y dentro nuestro programa DEEP (por sus siglas en inglés), promovemos políticas al nivel estatal y al nivel universitario que abren las puertas a la universidad a estudiantes indocumentados.

Ahora que el gobierno de Donald Trump canceló DACA, Cristina Jiménez dice: Los papeles nunca definirán nuestra dignidad humana. Nos tenemos los unos a los otros. 

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