Ilsa Aguilar Bautista, primera mujer trans reconocida con documentos oficiales en Querétaro, presentó una solicitud ante la Diócesis estatal para que su fe de bautismo sea cambiada a su nueva identidad.

El documento, cuya copia tiene EL UNIVERSAL Querétaro, está dirigido al presbítero Hugo Rayón Ortiz, vicario judicial de la Diócesis de Querétaro.

Ilsa, quien meses atrás revelara a este medio su intención de cambiar su nombre en su fe de bautismo, pide a la autoridad eclesiástica la modificación.

“Al ser una persona que ha recibido sacramentos de fe y participado en la Iglesia (...) me acerco a la Diócesis para poner en el pensamiento religioso mi solicitud de rectificación de nombre en mi acta de fe de bautismo.

“Debe ser suficiente con mencionar que la rectificación de datos está protegida en las leyes mexicanas, pero la diferenciación que conlleva separar a la Iglesia del Estado o a las normas eclesiásticas de las civiles hace necesario argumentar que mi cambio personal es un hecho inductivo que nace de la experiencia y experimentación de crecer en un entorno de diferencias”, dijo.

Ilsa aseguró que es fundamental para el desarrollo de una vida católica que la Iglesia sea receptiva a las solicitudes de su comunidad censada respecto a los sacramentos de fe.

En el documento que entregó la también activista se señala que espera que su petición reciba una respuesta “que me permita conocer el lugar que yo represento para la Iglesia Católica y me ubique en el ejercicio de mi fe respecto al interés de solicitar el sacramento de unción de los enfermos, o el de conversión con mi nombre actual, que es una respuesta a la negación de mi existencia.

“¿El cambio de nombre y sexo que he concretado en el Registro Civil es un motivo de excomunión permanente o inmediata dentro de la Iglesia? Es importante tener una respuesta a esta interrogante para saber dónde quedamos los cientos de personas trans mexicanas que al igual que yo nos encontramos en la frontera de los sacramentos de fe y el aparente pecado”, explicó.

Aguilar manifestó en el documento que su tradición familiar es católica, y que cuando fue diagnosticada con una enfermedad su fe y la de su familia los ayudaron a superar esa situación.

Asimismo, la activista añadió que en caso de obtener una respuesta adversa a su solicitud se vería obligada a solicitar la apostasía de la Iglesia Católica.

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