La violencia que más se ejerce en la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) es la escolar, siendo las víctimas, en la mayoría de los casos, las estudiantes mujeres, aseguró la rectora Teresa García Gasca.

Señaló que, a julio de 2023, se han presentado en la Unidad de Atención a Violencia de Género (UAVIG), desde 2018, un total de 465 quejas, de las cuales 134 siguen vigentes, 325 están concluidas y seis se encuentran en archivo temporal.

“La violencia que más se ejerce, señaló, es la escolar, siendo las víctimas, en la mayoría de los casos, las estudiantes mujeres; mientras que los probables responsables de ejercerla son alumnos hombres”, puntualizó.

“Es un tema que no está concluido y que nos llevará muchos años más trabajarlo; también decir que es una cuestión estructural porque hemos normalizado la violencia desde los estereotipos de cómo se educan a niñas y niños, debemos quitar este tipo de acciones que se dan desde las infancias. En la Universidad tenemos que abrir la brecha y reconocer el tema de manera importante”, enfatizó.

Lo anterior lo mencionó al recordar que este 30 de septiembre se cumplió un año del paro estudiantil en la UAQ.

Resaltó que el movimiento universitario se originó a raíz de darse a conocer una presunta agresión de un estudiante de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales contra una de sus compañeras, caso que actualmente se sigue trabajando en la Comisión Instructora, órgano colegiado dependiente de la Comisión de Honor y Justicia, el cual elementa y resuelve si hay lugar o no a tramitar acusaciones de conductas consideradas graves por parte de algún miembro de la comunidad universitaria.

“Fue un paro estudiantil que duró casi todo el mes de octubre, fue un movimiento histórico porque aglutinó a las, les y los estudiantes para alzar la voz en contra de la violencia de género, un tema que aqueja también a otras instituciones de educación superior, que debe atenderse y no obviarse, porque las universidades somos una caja de resonancia, lo que sucede en la sociedad permea en las comunidades universitarias”.

Reconoció que fueron dos semanas difíciles del conflicto, ya que estaba cerrado el acercamiento de las, les y los paristas con la autoridad universitaria, siendo el único medio de comunicación, las ruedas de prensa y los comunicados emitidos.

Fue hasta el 28 de octubre cuando las, les y los estudiantes que estaban encargados de la redacción del pliego petitorio abrieron diálogo, dando lugar a la lectura de sus demandas y con ello, la pauta para el regreso a clases el 3 de noviembre.

García Gasca comentó que, para dar seguimiento a las peticiones, se conformaron comisiones de trabajo, las cuales continúan dando cumplimiento al pliego petitorio. Cada facultad de la Universidad se comprometió a redactar su documento específico; actualmente faltan por firmar las unidades académicas de la FCPS y Derecho.

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