En el marco del Congreso Anual de la Sociedad Nuclear Mexicana y la Sociedad Mexicana de Seguridad Radiológica a realizarse del 30 de junio al 3 de julio en la entidad, EL UNIVERSAL Querétaro entrevistó al maestro en ciencias y gerente de Seguridad Radiológica del Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ), Gustavo Molina, quien expuso las aplicaciones que tiene la energía nuclear en la industria.

Explicó que en la vida diaria existe un sinfín de productos y servicios donde las radiaciones ionizantes (RI) juegan un papel fundamental. “Lo que comemos, vestimos, el cuidado de nuestra salud, y el lugar donde vivimos fueron hechos o gracias a las radiaciones ionizantes”.

Ejemplificó que entre los objetos de uso común que pasan por este proceso, “están las telas que vestimos, ya que durante su proceso de fabricación fueron medidas y sus espesores fueron controlados por medidores que basan su funcionamiento en fuentes de radiación”.

También por este procedimiento pasan la lámina y las llantas de los coches. Las microconexiones de algunos semiconductores fueron verificadas en su proceso de fabricación. Además, los detectores de humo que se tienen en instalaciones industriales y residenciales tienen una pequeña fuente de material radiactivo, en la que basan su funcionamiento.

El gerente de Seguridad Radiológica del ININ informó que también se aplica en muchos de los “condimentos que empleamos son desbacterizados, haciéndolos pasar por un haz de RI en irradiadores industriales de Cobalto-60 o en aceleradores de partículas que destruyen las cadenas de ADN de las bacterias evitando su reproducción.

Con el uso de las RI en el irradiador de mosca del mediterráneo, que está en Chiapas, se contuvo su avance hacia el interior de nuestro país. Otro irradiador de este tipo, se utilizó para la erradicación de la mosca del gusano barrenador del ganado.

Informó que por medio de la aplicación de las RI, en ciertos procesos de la industria petrolera, se pueden localizar fugas en ductos, sobre todo subterráneos y verificar el funcionamiento en línea de los procesos de destilación. Además ayudan en el análisis de la localización de pozos.

“En cuanto a nuestro patrimonio cultural, algunos documentos y pequeños objetos históricos, obras de arte y libros son tratados con RI para su conservación”, señaló.

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