Los habitantes de las colonias La Popular, España y El Tepetate que viven en las inmediaciones de las vías del tren denunciaron a EL UNIVERSAL Querétaro que este sitio es refugio de delincuentes.

Estas colonias tienen en común la delincuencia, el vandalismo y el tránsito de vagos que aprovechan la falta de seguridad y alumbrado público para además de cometer atracos a los habitantes y transeúntes, consumir inhalantes o algún estupefaciente, orinar y defecar en vía pública, pintar con grafiti fachadas de casas y negocios, y hasta fornicar en vía pública, expusieron los habitantes de esta zona de la ciudad.

Rosa Vázquez Reyes vive a sólo 20 metros de las vías y explicó que en diversas ocasiones durante la noche personas han deseado ingresar a su domicilio, sin embargo, en ninguno de los intentos los delincuentes lo han conseguido.

“Pues, yo no sé si son migrantes, de aquí de la colonia, vándalos de otras partes, si son queretanos o no; lo único que yo sé es que no se puede vivir así. Muchas personas creen que porque somos del barrio eso nos exenta porque según la gente ya nos conocen; eso no es cierto, somos igual de vulnerables a un asalto como todos los que transitan por aquí”, aseveró Vázquez Reyes.

Señaló que a falta de medidas eficaces por parte de autoridades estatales y municipales ha tenido que tomar sus propias medidas como poner doble chapa en cada puerta, y protecciones en todas las ventanas, así como haber adquirido gas pimienta, ya que argumentó que en El Tepetate el miedo no sólo se encuentra latente al salir de casa sino de que alguien ingrese en los domicilios para consumar un robo a casa habitación.

“Ya estamos cansados, no puedes salir por aquí sola, yo quiero invitar a toda la gente, en especial a nuestras autoridades a que transiten no a las 12 de la noche, sino a seis de la tarde por el puente peatonal que está aquí a unos metros de la vieja estación y después preguntarles cómo se siente”, invitó la habitante de la colonia del Tepetate.

Por su parte, Raúl Gutiérrez señaló que ha tomado la decisión de no dejar salir a sus tres hijas adolescentes sin compañía, debido al temor de ser asaltadas o ser víctimas de un secuestro o cualquier otro ilícito.

“Yo sí quiero dejar algo en claro, no es machismo las medidas que yo tomo con mis hijas, ellas tienen entre 15 y 19 años, es el miedo que alguien les haga daño, no es el miedo de un padre, es el miedo que se siente de vivir en un lugar como este, tan cercano de las vías del tren, pero también es la impotencia de no tener los recursos económicos para comprar una casa en otro lugar”, lamentó.

Trayecto

En un recorrido realizado por la calle Ferrocarril ubicada justo a dos metros de las vías del tren y en las inmediaciones de la vieja estación, las ocho casas que se encuentran instaladas en este lugar se encuentran en el abandono total.

“Por qué creen que están deshabitadas, porque no se encuentran ni a cinco metros de las vías del tren, la gente tienen mucho que se fue, hace como unos 15 años porque la delincuencia es insoportable, no les importó su patrimonio y se fueron, no lo pudieron vender quién se los compraba ahora es refugio de vagos delincuentes”, expuso Raúl Gutiérrez.

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