Previo a la celebración del Día de la Candelaria, este 2 de febrero, algunos queretanos ya alistan ropones para vestir a sus Niños Dios.

Sin embargo, para quienes se dedican a vestir a estas figuras, el panorama este año no es de alentador, ya que las ventas en este sector han caído hasta 50%, en comparación con el año anterior.

Comerciantes que se dedican a este negocio advirtieron que la venta ha caído en este año debido a que los gastos de los clientes han sido mayores que en otras ocasiones después de las fiestas de Navidad y de Día de Reyes. Los precios, consideran, en términos generales han aumentado y la economía de las familias cada vez está más afectada.

Raquel González, quien lleva 12 años dedicándose a esta actividad en un establecimiento en el centro de la capital, comentó que la venta ha caído casi 50%, aunque considera que en este último día podría ganar algunos clientes “de último momento”.

“Ha estado muy flojo, las ventas han caído como la mitad en comparación con el año pasado”, lamentó.

Manifestó que este 2013 ha sido el año que más han caído sus ingresos. “Se nos quedó mucha mercancía y ya sólo falta un día. Mire todo lo que tengo. Pero no pierde uno la esperanza, así es el comercio, va bien y a veces no sale, pero nunca se pierde la fe, todavía tenemos un día de que nos vaya bien”, confió.

Los costos

Los precios de los trajes van desde los 30 o 40 pesos hasta los 450 pesos, de acuerdo con el tamaño del niño, que puede llegar a medir hasta 60 centímetros. El costo depende también de la calidad de la tela y de los accesorios, que pueden ser sillas, canastas y cunas, principalmente.

La señora Elena, quien viste Niños Dios fuera del mercado De la Cruz, coincidió en señalar que las ventas han sido menores en este año, en comparación a 2012. Explicó que éste no es un negocio fácil, ni económico, ya que requiere de inversión en la tela y accesorios para los trajes, además de la mano de obra, que significa un trabajo de mucho detalle.

“Hay personas que venden trajes ya fabricados, pero nosotros los hacemos. Hay varias personas aquí que hacemos los trajecitos y eso toma tiempo y dinero”, comentó.

María Guadalupe Bustamante, cuya familia se dedica a esta actividad desde hace más de 30 años, considera que este último día puede mejorar la clientela, ya que muchas personas esperan a recibir la quincena para vestir a sus niños.

La vestimenta

Los trajes que más buscan los fieles son el del Niño de la Salud, de San Judas Tadeo, el Niño Doctor, y, ante la situación económica, muchas personas visten sus figuras como el Niño de la Abundancia.

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