En la entrega pasada de este espacio de opinión divisábamos los alcances y las dimensiones del sistema de transporte público en Querétaro, con especial atención en cuestionarnos si la adición de 60 nuevas unidades sería una medida suficiente para responder a las necesidades de la ciudadanía.

En primer lugar, creo que es importante entender que la movilidad de una ciudad tiene que ver con muchos más elementos que sólo el número de unidades con las que se cuenta, iniciativas internacionales como el “Sustainable Urban Mobility Indicators (SUMI)” o el “City Level Sustainable Mobility Indicator” consideran hasta 138 indicadores entre los que se encuentran, además de número de unidades, la distancia entre paradas, la velocidad de tránsito, el costro del servicio, el número de incidentes registrados y hasta las emisiones de CO2 que generan los transportes.

Sin embargo, para fines prácticos de este análisis tomaremos en cuenta los indicadores presentados por la Estadística de Transporte Urbano de Pasajeros (ETUP) del INEGI, que son básicamente, número de autobuses, kilómetros recorridos y número de personas transportadas.

La información para las principales ciudades que evalúa el ETUP (www.inegi.org.mx/programas/transporteurbano), con corte en enero 2023 son las siguientes:

El sistema QroBus, para la zona metropolitana de Querétaro cuenta con 600 unidades de transporte, recorre 110,269 kilómetros y transporta a un total de 233,333 personas.

De lo anterior se puede dilucidar una serie de conclusiones interesantes, pero la más importante para nuestra reflexión es que la movilidad muy poco tiene que ver con el número de autobuses en circulación. Para mejorar la situación actual del transporte público en Querétaro, es necesario planear una evolución integral del sistema que incluya modalidades alternativas como líneas troncales, autobuses alimentadores, autobuses de tránsito rápido, metrobús, microbús y transporte colectivo.

La ciudad de Querétaro seguirá creciendo, la movilidad es un reto de hoy y de mañana, por ello es esencial que las decisiones sobre el transporte público se tomen considerando el futuro de la ciudad, y preguntándonos cómo necesitaremos que sea el sistema de transporte en Querétaro en los próximos 5 y 10 años. Solo así podremos garantizar una movilidad incluyente, accesible y eficiente.