El pasado domingo se llevó a cabo el acto de rendición del sexto informe de gobierno del Poder Ejecutivo del Estado ante el pleno de la LIX Legislatura. En dicho evento, ante la unanimidad de un consenso artificial, se ofreció tanto a la queretanidad como a la mexicanidad, lo que el gobernador llamó: “la vía queretana”, un intento de filosofía política que a decir de su autor “cree en la empresa, en la propiedad privada, en la libertad, en el estado de derecho y en la mano firme del estado para hacer cumplir la ley.” Esta idea, se propuso como un franco contraste a la visión de país que se está desarrollando desde palacio nacional.

Al respecto de la “vía queretana”, los que la padecimos durante 6 años, pensamos que la empresa de esta visión es eminentemente privada, donde la empresa pública es un mal necesario o se ocupa solo cuando se requiere hacer negocio, tal como lo atestigua el sistema fracasado de transporte público denominado QroBus, el cual tiene tarifas altas, frecuencias bajas y un desastre en el diseño de rutas, todo lo anterior, con cuantiosas unidades, algunas en desuso.

En la “vía queretana” la libertad que se tiene es para no disentir, ejemplo de ello, fue la evidente cooptación de casi todas las fuerzas políticas representadas en la legislatura, dentro del eco de aplausos y festejos, solo hubo dos voces no coincidentes con la del “orgullo de México”, la del grupo legislativo del partido Morena,  en voz de la diputada Paloma Arce Islas, así como la de la Rectora de la UAQ, la Doctora Teresa García Gasca, representante de la máxima casa de estudios en la entidad, misma que no mereció ni por equivocación una deferencia de mínima cortesía política, ya no digamos el incumplido aumento del presupuesto en 10%.

Al agradecer de forma sentida a sus colaboradores, el médico veterinario zootecnista, refirió: “uno se rodea de lo que es… personas de enorme talento, competentes, honorables y dignos” en esta proyección otra de las grandes ausencias fue la del agradecimiento a su ex secretario privado, Guillermo Gutiérrez Badillo, quien, por estas mismas fechas del año pasado, fue exhibido recibiendo maletas cargadas con fajos de billetes cuya procedencia y destino, nunca lo sabremos, pero lo intuimos.

En un verdadero sinceramiento Francisco Domínguez Servién, o Pancho, como quiere ser recordado, sentenció: “ser el titular del Ejecutivo implica que cada día se deben tomar decisiones difíciles, las que nadie puede o nadie quiere tomar”, sobre esta aseveración Pancho tomó decisiones que no podía tomar y se abstuvo de asumir el costo en seguridad, transporte y agua, lo demás ha de pensar que es vanidad, el pronóstico para los siguientes 6 años, no es reservado, es pesimista.

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