Tal como lo comenté en el transcurso de la semana anterior, en los próximos días estaremos listos para presentar el Sistema Municipal de Transparencia, Rendición de Cuentas y Anticorrupción, primero en su tipo en el país.

Lo comenzamos a preparar desde el inicio de año, con el asesoramiento del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) y habrá de confluir  con Sistema Nacional Anticorrupción.

Para obtener resultados claros y positivos en esta gran cruzada que hemos emprendido contra la corrupción, es necesario desechar viejos clichés y mitos que estorban.

Mitos a eliminar

Una de estas creencias es pensar que la corrupción es un asunto cultural; es decir, que forma parte de la idiosincrasia nacional, de los usos y costumbres de los mexicanos y, por ende, es una práctica que no podrá eliminarse.

La corrupción no es cultural; quien piense así solamente revela ignorancia, pues en realidad es un problema de diseño institucional que tiene que modificarse para cerrar cualquier posibilidad de un acto de corrupción.

Un segundo mito tiene que ver con la idea de que las prácticas de corrupción solamente involucran a los servidores públicos cuando, en realidad, toda la sociedad es susceptible de incurrir en este tipo de prácticas.

Por eso, cuando decimos que hay que combatir la corrupción entendemos que debe de ser una gran campaña que llegue a todo mundo y que, además, tiene que combatirse al parejo que se ataca a la impunidad, se promueve la transparencia y se garantiza la rendición de cuentas.

La impunidad es otro de los males que padece nuestro país en estas esferas; es decir, la falta de castigo a quienes han incurrido en la corrupción.

¿De qué sirve que se descubra la corrupción si no se castiga a quienes están involucrados; es decir, si no se aplica la ley?

Por esto mismo es que la dimensión de nuestro reto es de gran calado; requiere el compromiso de los órganos de gobierno, de los servidores públicos, de las leyes y quienes las aplican y, por supuesto, de los ciudadanos.

El aporte municipal

Por lo pronto, hemos dado el primer paso con la decisión, la acción y la voluntad del gobierno municipal y de todos y cada uno de los servidores públicos que trabajan en la actual administración pública, de ser partícipes del Sistema Municipal de Transparencia, Rendición de Cuentas y Anticorrupción.

Adelanto que habrá de constituirse el primer órgano mediante el cual ciudadanos serán facultados para integrarse al mismo sistema y acabar con la impunidad.

Además, el municipio de Querétaro aporta institucionalmente en favor de la transparencia y la rendición de cuentas al contar con uno de los cinco mejores archivos del país, lo que implica acceso a la información.

Sumamos la unidad de acceso a la información y la comisión de transparencia integrada por ciudadanos, servidores públicos e integrantes del ayuntamiento,  que forman el único modelo y el primero en México en el que los ciudadanos intervienen para tomar esas decisiones.

Una tercera herramienta que aportamos es el modelo de fiscalización, que cuenta con un Auditor Superior de Fiscalización y un Tribunal Municipal de Responsabilidades Administrativas.

Dicho en otras palabras, estamos en el proceso del cambio radical de la esfera gubernamental, en pro de la transparencia, la rendición de cuentas y el combate a la corrupción y a la impunidad.

Réplicas

Está claro que nuestra voluntad es a favor de modificar sustancialmente el ejercicio gubernamental y erradicar cualquier indicio, por pequeño que sea, de corrupción y de opacidad.

Sin embargo, hay quienes piensan que deben descalificar todo lo que hace el actual gobierno municipal, simplemente por oponerse. Incluso, hay quienes se han atrevido a mentir descaradamente y a difundir su mentira en redes sociales y en cuanto medio tienen a su alcance.

Muy a su pesar, avanzamos y lo hacemos con pasos firmes.

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