PT y Verde Ecologista se escinden de Morena, irán con candidatos propios por la gubernatura en el Estado de Coahuila. Lo interesante, que el candidato del PT, se apodera de las frases de la 4T, del programa político, que no existe, del presidente López Obrador. Morena hará lo mismo. La búsqueda por el poder los divide. Mientras que la Coalición “Va por México”, alcanzó la meta de ir juntos en pos del mismo objetivo, la gubernatura de aquel Estado.

Los escindidos serán acompañados de partidos políticos locales, luego todo indica que Morena irá sola. Bien podría de una estrategia política, como suele suceder quienes a la postre no tienen mayor respaldo de los electores, terminan por sumarse a la candidatura en favor de quien lleva la delantera del mismo grupo. A fin de cuentas, Armando Guadiana, candidato de Morena y Ricardo Mejía Berdeja, del mismo partido, prefirió ir por el PT, enarbolando la 4T. Aunque Mario Delgado, dirigente de los chalecos guinda, asegure que Mejía no es morenista; sin embargo, era empleado del gobierno federal de la transformación y va por los desbaratados objetivos de la 4T.

La distracción y entretención se da en quienes enarbolan la transformación. Se cuelgan de la publicidad del presidente López, a ello apuestan su triunfo los desconocidos en su propia tierra. La realidad del tema político electoral, que entre ellos abren mayor oportunidad de triunfo en favor de los Coaligados “Va por México”; incluso el senador Guadiana así lo apuntó.

La lucha por alcanzar el poder siempre resulta fratricida, lo importante para los políticos es gobernar, controlar y acceder a miles de millones de pesos para disidir el destino de un pueblo, aunque al final la mayoría resulten una desilusión y fracaso por la serie de abusos que cometen en el ejercicio del poder, muchos de ellos terminan huyendo, en el cárcel o negociando la entrega del poder al enemigo para no ser perseguidos, algunos incluso son premiados con otros cargos públicos a pesar de la traición al pueblo que mal gobernaron.

El jugo de la política suele ser muy sucio, rodeado de traidores, aduladores que suelen cobijarse con las migajas, sin importar las traiciones en que incurran con el propósito de seguir en le “ubre”. Por eso Mario Delgado afirma que Ricardo Mejía no es morenista y éste, a su vez, enarbole la bandera y el indescifrable programa mimético de Morena, la 4T, régimen político dedicado a destruir instituciones, absorber cuanto dinero puede y ser una fábrica generadora de millones de pobres.

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