Jugoso negocio confiscar 40 mil millones de pesos de los ahorradores de Afores. El gobierno federal se gastó todo lo que pudo, saqueó las finanzas de la mayoría de las Secretarías reduciéndoles los presupuesto al máximo bajo el pretexto de la “austeridad”, mientras el mismo dispendió esos recursos en obras improductivas para los mexicanos; sin embargo, se quedó sin dinero, razón que lo llevó al término del sexenio al extremo de imponer medidas draconianas en perjuicio de los aforistas que no han movido sus ahorros en los últimos 5 años, adultos mayores de 70 años; esas y esos mexicanos que difícilmente pueden defenderse ante cualquier medida extrema que aplique el gobierno. El colmo, también les cambian la Ley de Amparo para que no puedan quejarse frente al “legal atraco”. De la nada literalmente se “roban” esos 40 mil millones de pesos que se encuentran en las distintas Afores; cambian la administración del dinero y gobierno lo “expropia”, para gastarlo. Así de simple resulta el acto legislativo que en unos días más será ley a cumplir.
Los ahorradores de Afores, si aún están vivos y si bien podrán reclamar su dinero, el gobierno les podrá negar la entrega inmediata de su peculio, ya que habrán gastado hasta el último centavo. A los legítimos herederos —en su caso— de los ahorradores, les resultará imposible litigar en contra del gobierno para que ese ente federal entregue el dinero del fallecido, dado que tendrán que enderezar juicio testamentario o intestamentario para lograr el objetivo: la devolución de los ahorros para el retiro. Ingeniosos aquellos de la idea de “atracar” a los ahorradores para el retiro.
El “lema” del gobierno que está por extinguirse se basa en “primero los pobres” Luego, ¿Por qué no hacer una extensa campaña mediática para que los ahorradores recuperen su dinero? ¡Se les notifique! O bien, los herederos, si es el caso. Una campaña intensa de varios meses en los medios de comunicación masiva; se trata de 40 mil millones de pesos. Pero no, la idea fundamental del gobierno amloista consiste en “confiscar”; sí, apropiarse de esos recursos económicos frescos -no son impuestos, ni derechos, productos ni aprovechamientos- y gastarlos de inmediato. Solo le heredarán deudas y problemas a la próxima Presidenta de México. Arcas vacías. Estamos en presencia de un atraco legislativo maquiavélico en perjuicios de los más pobres, ley inconstitucional; argumentarán que ellos solo van a administrar por medio del Banco del Bienestar. Falso: se roban los ahorros.
