Funcionó la presión política y económica que, como juego perverso, utilizó el presidente de Estados Unidos para controlar el grave problema de la migración de centroamericanos que buscan oportunidades de mejorar su estatus, tener mejores expectativas de desarrollo en territorio estadounidense; problema que había desbordado y alentado el gobierno de la 4T; las caravanas de miles y miles de centroamericanos no tenían fin. Trump debía parar el éxodo humano y encontró la “fórmula” para ello. Presionar a López Obrador, por medio de la imposición de aranceles a los productos mexicanos, aunque esa medida fuese literalmente ilegal y un suicidio para la economía de los norteamericanos. Sin embargo, el empecinado presidente logró su propósito y doblegó al gobierno de la 4T, obligándolo a firmar un “convenio leonino”, que solo favorece a Trump; acuerdo que obliga al gobierno de López Obrador y los norteamericanos simplemente revisarán cada 45 días el cumplimiento de los compromisos.

Cualquier acuerdo que el gobierno federal suscriba con algún país extranjero, debe pasar por la aprobación del Senado de la República. El “acuerdo” no ha llegado a manos del Senado, pero Ricardo Monreal Ávila, coordinador de la bancada de Morena, dice confiar en el contenido del “acuerdo” y una vez que llegue a sus manos seguramente será aprobado. Aquí otra de las incongruencias e inconsistencias. Andrés Manuel López Obrador, pondrá en operación el “acuerdo” y afirma que tanto recorte al presupuesto federal, servirá para financiar los compromisos del convenio ¿Cuáles? Darles albergue, empleo, servicio médico, alimentos, medicinas y mucho más a los centroamericanos.

Mejor que a los mexicanos. Nadie sabe cuánto se gastará el gobierno, pero el Presidente de la República ya tiene el dinero listo; orondo afirma que no habrá necesidad de pedir crédito. Vamos, los miles de despedidos, el cierre de las estancias infantiles, la falta de medicamentos para los mexicanos, falta de apoyo a las mujeres maltratadas, se destinarán para apoyar a los centroamericanos.

Empieza de inmediato, como nunca, a cumplir el “acuerdo” con EU, convenio que no conoce el Senado, mucho menos lo ha aprobado. Otra violación más a las normas constitucionales.

Y todo por la ambiciosa reelección que persigue Donald Trump, que será para el año próximo y la debilidad mostrada por López Obrador. Surtió efecto la dura presión del arbitrario presidente de EU, incluso, obligó a AMLO y a su equipo a violar la Constitución. Intentando pensar un poco como López Obrador, no quiso correr riesgos de que fuese aplicada la amenaza de los aranceles, prefirió la tranquilidad, a pesar de las violaciones a las normas mexicanas.

Conclusión. Falta ver qué sucede si México no cumple con las expectativas de Trump, no hay manera de saber si quedará o no satisfecho; el “acuerdo” no contempla metas, así que el criterio de evaluación de Trump, será la unidad de medida de evaluación. En un segundo round las cosas podrían cambiar la balanza, siempre y cuando López Obrador, se faje los pantalones y defienda los intereses de México, seguramente todos lo apoyaríamos. Bajo amenazas, resultó un fracaso el gobierno de la 4T, fue doblegado y humillado. Trump, seguirá presionando según sus intereses. Por lo pronto venció a la primera a López Obrador, quien mostró su endeble personalidad y nula experiencia para negociar de igual a igual, aunque se encuentre en desventaja, el oponente no debe saberlo. López Obrador prefiere acudir a mítines a que le aplaudan. Esperemos los primeros 45 días, para constatar qué sucede con el cumplimiento del “convenio”; así como del capricho de Donald Trump.

Analista legislativo. @HectorParraRgz

Google News