El mensaje presidencial de este viernes, invitando a la población a no salir si no es necesario, debido al disparo en los contagios, persiste en la obstinación de no cambiar la fallida estrategia y al irresponsable de la misma, el “Doctor Muerte” Hugo López Gatell (blindado de impunidad presidencial), tiene como marco una cadena de sucesos que gritan el fracaso gubernamental y la urgencia de hacer más cambios.

Los 108 mil muertos (oficial) superan en 1,800 por ciento, los 6 mil decesos estimados como techo original. México es el país que: menos pruebas de detección ha realizado en el mundo (recientemente en la CDMX colocaron quioscos para la detección temprana); es líder mundial en personal de salud muerto por Covid (médicos, enfermeras, camilleros, etcétera); tenemos la tasa más alta de positividad de las pruebas de Covid en el mundo (62.3%); el mayor índice de letalidad a nivel mundial 9.5 (frente al promedio de 2.3); y el SARS Cov2 se perfila para ser la primera causa de muerte en el país.

De nada han valido las críticas de la sociedad y de los medios de comunicación; las 14 estrategias que le propusieron seis especialistas con amplísima experiencia -ex secretarios de Salud federales y de la Ciudad de México- para un eficaz de combate a la pandemia (9 de septiembre 2020), y que les valió la burla del “Doctor Muerte”.

En su Ranking de Resiliencia de Covid-19 (24 noviembre 2020), comparativo entre 53 países, Bloomberg señala que México es el peor lugar para vivir durante la pandemia.

El sistema hospitalario está rebasado con este continuado pico de contagios (más de 10 mil por día) que duplica al promedio del pico anterior (5 mil diarios). El personal de salud da muestras de agotamiento y desesperación. Y a pesar de ello el gobierno miente informando que tiene suficiente capacidad hospitalaria.

La gravedad de la situación fue evidenciada por el titular de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien (este 30 de noviembre) destacó su preocupación por el incremento de casos y muertes que vive nuestro país, que entre el 12 de octubre y el 20 de noviembre duplicó el número de defunciones y contagios, pasando el primero de 2 a 4 mil y el segundo de 31 a más de 60 mil. “Nos gustaría pedirle a México que sea muy serio”, dijo. Sobre el rechazo del presidente a portar cubre bocas, pidió que los líderes y las personas influyentes den ejemplo. Y reiteró que duplicar las muertes y los casos en tres semanas es una mala señal. Lo indignante fue el sarcasmo de que fue objeto este llamado de la OMS, por parte del “Doctor Muerte”.

No ha faltado quien califique de tibias las diez medidas que sugiere el presidente para que cada quien se cuide, porque carece de acciones gubernamentales complementarias para la contención de la pandemia, lo que redundará en un mayor sub registro de muertes. Mientras el presidente pide a los mexicanos no salir, él sigue recorriendo el país, en campaña por su partido.

Para muchos la única prioridad del presidente es ganar las elecciones del 2021, y ven con preocupación que su apuesta sea aprovechar electoralmente la vacunación masiva.

Quizás, algún día, México exija responsabilidades a los responsables del manejo de esta pandemia. Entonces, esperamos, habrá justicia para tantas personas que no debieron morir; y acabará la impunidad. No obstante, para entonces, el presidente y los suyos ya habrán sacado tajada electoral a la tragedia.

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