“La pandemia nos tiró a la lona”, pero hoy estamos en el camino del resurgimiento de las empresas y apostando a retomar los niveles de actividad de 2019 a más tardar en el año 2023, aseguran Santiago José Bezanilla Padilla, Rossana Álvarez Malo Taboada y Jorge Guadarrama Pacheco, empresarios del sector de banquetes en Querétaro, quienes destacan que pese al Covid-19, se conservan las fuentes de empleo.

Señalan que las pérdidas originadas por las medidas restrictivas no tienen ya recuperación, por lo que el proceso ahora es trabajar por el renacimiento de las empresas, que no sólo enfrentan las secuelas de esta enfermedad, sino también un fuerte golpe inflacionario que ha elevado precios de insumos de este sector de alimentos y bebidas, que en algunos casos, como productos cárnicos y verduras, ha sido de hasta 80% y con impacto en los márgenes de utilidad y la ruta de activación.

“Tenemos ahorita otro grave problema que es la inflación, que nos está mermando e impactando mucho porque nosotros traemos presupuestos con mucho tiempo de antelación y ahorita la canasta básica está subiendo constantemente”, exponen los empresarios al citar el registro de 7.8% de inflación del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Van por resurgimiento de gremio banquetero
Van por resurgimiento de gremio banquetero

Para este gremio, el trabajo “cuesta arriba” apenas inicia y anticipan que será un proceso lento, pero coinciden en que con creatividad e innovación lograrán mantenerse en el mercado, luego de meses complicados que, incluso, llevaron al uso de ahorros propios y de los pagos anticipados que recibieron de clientes, quienes se vieron obligados a reagendar sus eventos por pandemia, lo que llevó a tener una burbuja de dinero que le permitió subsistir.

“Y es que las restricciones de la pandemia fueron graves, nos tiró a la lona, pero con innovación, creatividad y muchas ganas de trabajar es como podemos sobrevivir y mantener junto con nosotros a todo nuestro personal. El propósito es buscar nuestra recuperación lo más pronto posible”, señala Jorge Guadarrama Pacheco.

En entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro, los directivos de Le cusine, Bravísimo y Maharaha hablan sobre el castigo del sector en dos años de pandemia, periodo en el que el gremio tampoco tuvo incentivo alguno para apoyar su activación en la nueva realidad.

Incluso, acusaron que en plena contingencia padecieron prácticas de hostigamiento por parte de inspección en materia de licencias de funcionamiento, protección civil, pero también por parte del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Pese a este entorno, están convencidos que todos los problemas tienen solución y que hay que enfrentarlos.

Por lo pronto, en medio de este camino de resurgimiento que prevén les llevará lo que resta del año y parte de 2023, comparten que, en la actualidad, la industria de banquetes en el tema de eventos sociales reporta niveles por debajo de 50% de su operación con relación a 2019.

En el caso especificó de servicios de banquetes grandes, denominados “institucionales”, que están relacionados con eventos de la industria, gobierno, además de congresos y convenciones, el avance resulta incluso inferior a 20%.

Exponen que este bajo ritmo de recuperación obedece a que sigue habiendo temor de la industria hacia el contagio de coronavirus, pero también por el tema de presupuestos de las compañías.

Es con estas limitantes que el sector de banquetes en la entidad, a partir del mes de noviembre de 2021, empieza a registrar la activación de eventos sociales, como los institucionales, y con la confianza que en lo que resta de este 2022 se siga este camino de regreso a la estabilidad, que en Querétaro y más allá de las fronteras es reconocido por su calidad y competitividad.

Santiago Bezanilla, de Le Cusine banquetes, destaca el potencial de esta industria que en 2019 atendió a aproximadamente 200 mil personas, lo que implicó una importante fuerza de empleos lo mismo en el área de cocineros, meseros, carga y descarga, como del personal operativo y administrativo.

Además, tuvo gran impacto en la cadena de proveedores (hoy seriamente dañada) e incidencia en sectores diversos vinculados con el quehacer de esta industria.

Enfatiza que ahora, uno de los retos que se tiene por atender es la reactivación de las cadenas productivas y enfrentar la inflación que resulta muy riesgosa para este tipo de negocios de los alimentos, debido a que aquí se vende a futuro y predecir el comportamiento de la economía a seis meses o un año resulta casi imposible.

Finalmente, Bezanilla, Álvarez Malo y Guadarrama recordaron que a lo largo del año, la industria de los banquetes tiene dos temporadas fuertes de trabajo, los periodos marzo-mayo y octubre-diciembre.

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