Gabriel Morales Aguilar salió de su casa el 12 de febrero del 2019 y casi de inmediato quedó incomunicado. Esa primera sospecha de que algo le ocurrió se convirtió en certeza para Mercedes González González, quien desde entonces trata de encontrarlo. Busca ayuda de la sociedad, ante el escaso apoyo que observa por parte de las autoridades.

Son muchas las historias de personas que buscan a sus seres queridos e incluso algunos tardan años sin información, en ello coincidieron diversas familias ayer en el conversatorio “Hasta encontrarles”, que se realizó en la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), con la participación de personas que buscan a sus seres queridos que están desaparecidos.

En dicha situación se encuentra María Teresa Sánchez Jiménez, quien luego del esfuerzo que realizó con su familia política y sanguínea, logró encontrar parte de los cuerpos de sus seres queridos.

"Hasta encontrarles", así es la lucha de madres que viven buscando a sus hijas e hijos
"Hasta encontrarles", así es la lucha de madres que viven buscando a sus hijas e hijos

Su hermano Javier Sánchez Jiménez, su cuñada María Dolores Pérez Reséndiz, y su sobrina, Karen Navidad Sánchez Pérez, se fueron de vacaciones de fin de semana a Veracruz y desaparecieron el 3 de septiembre de  2016. Fue hasta el 23 de enero de este año fue posible traer a Querétaro parte de sus osamentas.

“(Karen) estaba estudiando una ingeniería y le truncaron su vida... Es un desgaste muy fuerte, dejar a la familia, porque soy casada, tengo mi esposo y mis hijos, a cada rato los dejo”, indicó María Teresa. 

Apoyarse entre sí, es también parte de lograr justicia para sus familiares. Conocen así quienes llevan tiempo en el proceso y ayudan a quienes inician en su búsqueda.

Todos iniciaron la lucha con la esperanza de encontrar a sus seres queridos en cuestión de horas, pero son ya años los que llevan de enfrentarse a puertas gubernamentales cerradas, revictimización y cada vez un anhelo más lejano de encontrarlos con vida.

María Teresa Sánchez Jiménez ya tiene la certeza de qué pasó con sus seres queridos. El esfuerzo conjunto permitió que este año regresaran a Querétaro parte de los restos, pero ese camino desgastante que debieron iniciar hace años aún continúa: aún deben encontrar el resto de las osamentas y, lo más importante, lograr que se les haga justicia, que no se dé carpetazo.

Desapareció de regreso a Querétaro 

Guadalupe Arias Olvera es de Querétaro, al igual que su hijo Francisco Javier Mendieta Arias, quien desapareció el 13 de noviembre del 2012. Salió con sus primos a trabajar y jamás regresó a casa. Los hechos ocurrieron hace 11 años cuando él estaba de visita en Michoacán. La última vez que tuvo comunicación con ellos,  fue cuando le llamaron para decir que ya estaban en camino de regreso a Querétaro, tras esa llamada de las 17:00 ya nada más se supo de él, jamás volvieron a contestar en su teléfono.

Desde entonces carga la foto del pequeño Francisco Javier, con el número de averiguación de la investigación. Interpuso denuncias en Michoacán, Querétaro, y a nivel federal pero siente que sólo ha perdido el tiempo.  Acude dos veces al año a Ciudad de México para saber avances en la Fiscalía General.

Únicamente se le ha dicho que ya se buscó en tiraderos, en hospitales, anexos y en la cárcel, sin que exista algún indicio.

“Pasaron años aquí en Querétaro y no hubo ninguna respuesta; al último nos dijeron que aquí no se podía hacer nada, que teníamos que ir a Michoacán a seguir la denuncia allá.”, expuso Guadalupe y remarcó que no se detendrá hasta hallarlo. 

Carolina Mendieta, hermana de Francisco Javier, dijo que se sorprende que tras más de una década apenas se les solicitó ADN, para completar el perfil genético necesario para la investigación que realiza el Ministerio Público. Será en junio que acudirán para dar su muestra de ADN a la autoridad.

Anhelo de encontrarlo con vida.  

Mercedes González González supo esa tarde del 12 de febrero del 2019 que algo andaba mal, cuando le marcó a su marido y el teléfono sonaba apagado; él no sabía prenderlo, ella incluso se aseguraba de que tuviera batería, para que no quedara incomunicado.

Muchas conjeturas fueron a las que llegó tras saber que el teléfono lo tenía apagado justo tras salir de casa, de inmediato preguntó en las paradas de autobuses, lo buscó en hospitales, en el Servicio Médico Forense.

A su familia le costó trabajo que se aceptara la denuncia. También tuvo diferentes situaciones que sólo pudo catalogar como revictimización, hacia ella, hacia sus hijos.

Tiene mucho miedo ante los diferentes casos del país, en los que a varias madres buscadoras las llegan a desaparecer, sobre todo ante más de un incidente en el que tiene certeza que la han seguido por la calle.

José Ugalde Mejía es padre de José Saúl Ugalde Vega, quien desapareció el 15 de septiembre del 2015. Tras una gran insistencia, junto con su esposa, Elena Vega, logró que le entregarán parte de los restos de José Saúl, luego de que las autoridades los hallaran el 18 de diciembre del 2015 en un banco de cantera, en La Cañada,

El Marqués. Analiza recurrir a instancias internacionales, toda vez que en México ya agotó las instancias.

José Saúl había ido a ayudar a una conocida, quien de manera insistente le pidió acompañarla a ver a su expareja.

La juez a cargo del caso dijo que José Saúl murió por participar en una riña, pero él sabe que se llevó un proceso viciado, en el que se omitió gran cantidad de pruebas. Siente rabia.

“Con las investigaciones sabemos que trató de defender a esta chica y es cuando esa persona le hace daño, lo oculta, lo esconde, lo tira, lo desaparece y al final el juez dice que es riña.”, lamentó José Ugalde. 

Resaltó que ayudarse entre quienes sufrieron una pérdida es también una forma de hacer justicia a sus seres queridos.

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