El primer domingo de cada mes, integrantes del club Clásicos de Querétaro se reúnen para exhibir sus autos que al paso del tiempo persisten en el imaginario por los recuerdos que provoca en las personas.

El Centro Cultural Manuel Gómez Morín, donde se realiza la exposición, se llenó desde temprana hora de máquinas antiguas, motores ruidosos cuyo cuidado y esmero son el orgullo de los dueños.

En el lugar se exhibían autos como un Ford LTD del 76, Ford Galaxie de 1970, camionetas de la línea F-100 de la Ford que oscila entre los años 70 y 80 y otros vehículos deportivos de antaño.

Adriel Carrillo Záldivar, integrante del club Clásicos Querétaro, afirma que las mejores satisfacciones de coleccionar y exhibir autos antiguos es generar recuerdos entre la gente, pues al conducir la máquina, muchos admiran y felicitan a los conductores provocado por la generación de recuerdos a bordo de alguno de estos vehículos.

“Cuando a la gente que te ve le generas algún recuerdo con tu automóvil viejo, es de las mayores satisfacciones, que vayas manejando y te levanten el dedo para felicitarnos por el coche”, destaca.

Los amantes de autos exhiben la nostalgia, las anécdotas y la historia en sus máquinas viejas.

En el contorno del espacio circular, los autos antiguos compartían lugar con coches nuevos. Como una naranja partida en gajos, la explanada tenía por un lado máquinas antiguas y del otro lado, modelos de agencia listos para la venta.

Demetrio Ortiz, compañero de Adriel desde hace seis años en el club, expresa que él siempre ha tenido carros viejos, ya que mantenerlos a la larga le genera menor costo que un auto moderno.

“El mío es un LTD 76, es un carro que yo uso de diario, he tenido carros modernos y no me gustan, te dicen que son económicos de momento, sí, pero a la larga te salen más caros”, comenta.

Los coleccionistas de comics, de autos a escala, de figuras de superhéroes y juguetes lúdicos, se apuraban en colocar sus productos en la mesa.

Los compradores merodeaban entre los estantes de comida y llegaban en los más de 10 puestos de autos a escala y otros artículos relacionados a los vehículos.

Los coleccionistas que se apegaron a la mercadotecnia ofertan automóviles en promociones de dos por 20 pesos, dispuestos en cajas de cartón y los compradores se aglomeraban para adquirir las réplicas.

Había quienes en la añoranza, pasaban a preguntar por un Buick Limited Touring Sedán 1940 en miniatura, con la figura de Don Vito Corleone de la película El Padrino, a lo cual uno de los coleccionistas afirmaba no venderlo, sólo estaba en exhibición.

Otros expositores como don Berna estaban listos para intercambiar autos, cuando vio su oportunidad encargó con su compañero y caminó a otro puesto.

A cabo de un rato, don Berna regresó triunfal con una nueva figura en su colección: una ambulancia Cadillac de 1959, cuya fama surgiera a partir de la película de los Cazafantasmas, con la particularidad de que a la figura se le encendían luces de forma intermitente.

Adriel comenta que con los autos antiguos la labor que realizan es conservar el tiempo, pese a que en la industria automotriz existe un auge por adquirir los vehículos con la mejor tecnología.

“No estamos peleados con ellos, son económicos, cumplen con muchas otras cosas que nuestros coches no lo hacen, choca en uno de esos y te salva la vida, choca en uno del de nosotros y no creo que quedes muy completo, pero el tema es que simplemente nosotros guardamos el tiempo”.

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