"Cuando me subo a una motocicleta siento que vuelvo a tener 17 años, me siento joven, fuerte y hasta guapo”, comenta Jorge Ortiz, motociclista miembro del Club Vikingos de Querétaro, quien participó en una rodada junto con otros clubes de motociclistas y miembros del Ejército Mexicano.

Jorge recuerda su infancia y su adolescencia, en la que siempre sintió amor por las motocicletas; ahora que es adulto su Honda Goldwing GL1500 se ha incrustado en su espíritu y su personalidad. Dice con orgullo que su esposa se casó con él y al mismo tiempo con su motocicleta.

Desde hace 50 años Jorge, a quien también conocen como El Vikingo, recorre carreteras de México y Estados Unidos, es miembro del Club Vikingos de Querétaro pero siempre ha rodado junto con otro clubes, pues la hermandad entre motociclistas es evidente, cuando están fuera de Querétaro sus compañeros de otros clubes los hospedan, alimentan e incluso les pagan gasolina.

Cada kilómetro vale la pena, dice, aunque de vez en cuando deba soportar los reclamos de su mujer, que le dice “te la pasas todo el tiempo en esa motocicleta”.

“En cualquier parte de la República en donde estemos, los otros motociclistas nos reciben como si fuéramos parte de su familia, somos como hermanos, es como si tuvieramos toda la vida de conocernos. Es un sentimiento inexplicable, yo me subo a la moto y no me duele nada, me siento hasta guapo y fuerte”.

Motociclistas ruedan junto al Ejército Mexicano
Motociclistas ruedan junto al Ejército Mexicano

“A cada nuevo compañero le dejamos claro que nuestra pasión es rodar, pero también les decimos que se debe rodar seguros, usar casco y vestimenta correcta es una de las prioridades en cada club de motociclistas. Es nuestra responsabilidad compartir y contagiar nuestra pasión, pero también inculcar la importancia de rodar de manera responsable”, comenta.

Una Harley, el sueño de una vida

Junto con Jorge también rodó Carlos Bolaños, miembro del Club Chapter Querétaro. También comparte la pasión por las motocicletas desde que era niño, su sueño siempre fue manejar una Harley-Davidson, y recuerda cómo fue que trabajó durante muchos años hasta juntar 140 mil pesos y comprar su primera motocicleta, la Harley-Davidson de sus sueños.

Desde ese entonces, hace 17 años, se dedica a rodar por México y el extranjero. Aunque es consultor de estrategias comerciales, siempre se da el tiempo para rodar con los demás clubes de motociclistas.

“Empecé rodando cuando tenía 16 años, pero siempre mi pasión era rodar en una Harley, entonces comencé a trabajar, me junté mi dinerito y me compré mi primera harley, me costó 140 mil pesos, desde ese entonces me la he pasado increíble, hemos conocido lugares maravillosos y a personas increíbles. Aquí hay gente de todos los lugares, de todos los tipos, todos unidos por una misma pasión, que es sentir el viento en la cara.

Motociclistas ruedan junto al Ejército Mexicano
Motociclistas ruedan junto al Ejército Mexicano

“En estos 17 años he rodado en San Francisco, Dakota del Norte, Carolina del Norte, Las Vegas, y aquí en México hemos ido a Cancún, no he terminado de recorrer todo el país, pero eso es también una fortuna porque sé que aún me quedan muchos lugares por conocer”.

Son iguales

Ambos motociclistas coinciden en la ideología de la calavera, símbolo casi representativo de los motociclistas en cualquier parte del mundo.

“La calavera significa que debajo de nuestra piel todos somos iguales, no importa nuestro color, nuestro estatus social, no importa nada, cuando rodamos juntos todos somos iguales y nos cuidamos entre todos”, comentan.

Rodada con el Ejército

Carlos y Jorge participaron en la segunda rodada organizada por el Ejército Mexicano y Harley-Davidson Querétaro, en donde se reunieron más de 350 motociclistas miembros de 18 clubes de Querétaro y de estados vecinos como Guanajuato, Hidalgo, San Luis Potosí, Michoacán, Puebla y Estado de México.

Los participantes rodaron desde el parador San Pedro, en San Juan del Río, hasta el Querétaro Centro de Congresos, donde la exposición ‘Fuerzas Armadas, Pasión por Servir a México' seguirá presente hasta el 16 de junio.

Los asistentes se sorprendieron de ver llegar a los cientos de motociclistas, mismos que se formaron en filas, siguiendo indicaciones de los militares y dejaron sus vehículos debidamente acomodados para que el público pudiera disfrutarlos como se debe.

Los más pequeños se tomaron todas las libertades, se subieron a una y otra motocicleta mientras sus padres les tomaron fotos.

Los motociclistas presumieron con orgullo sus vehículos y saludaron con abrazos a los militares. “Siempre que el Ejército nos busca para participar en rodadas, nosotros participamos con gusto porque ellos siempre nos apoyan mucho en nuestros viajes, nos cuidan, nos liberan vialidades para que podamos pasar, nos han apoyado también en varios accidentes”, comenta uno de los motociclistas.

Lo mismo opina Oscar Peralta, presidente de Harley-Davidson Querétaro, “participar en esta rodada es una manera de rendirle tributo a las fuerzas armadas, por todo lo que hacen por nosotros. A la gente le gusta muchísimo vernos, estamos muy orgullosos de que la gente vea que disfrutamos el motociclismo”.

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