Los hijos de Lupita, Jessica, Lety o los de Joseline, junto con los de otras víctimas de feminicidio, suman 270 huérfanos del Estado de México, quienes tienen en común que crecerán solos, porque sus madres fueron brutalmente asesinadas.

En el mejor de los casos, estos pequeños son cuidados ahora por sus abuelos, se trata de un fenómeno creciente que los deja como los hijos de los feminicidios.

La Secretaría de Justicia y Derechos Humanos del Estado de México cuenta con una lista de 270 menores de edad huérfanos por esa causa, informó su titular, Rodrigo Espeleta Aladro, en un censo con datos recabados en lo que va de esta administración, que inició en septiembre de 2017.

La mayoría de las víctimas fueron asesinadas cuando apenas estaban en la segunda década de su vida, cuando sus hijos aún eran bebés, como en el caso de Lupita, una joven de 21 años, quien murió lapidada por quien fue su pareja en Nicolás Romero, mientras su pequeño de tres meses de edad, lloraba junto a ella.

En el Estado de México, de 2017 al 31 de julio de 2019, se han registrado 232 feminicidios, lo que representa 12% de la estadística nacional, expuso la diputada local Karina Labastida, con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

Una emergencia nacional. Los hijos de mujeres víctimas de feminicidio representan una tragedia nacional, afirmó la doctora en sicología Patricia Valladares, coordinadora del Programa Interdisciplinario de Atención a la Violencia de Género (PIAV) de la UNAM.

Una tragedia que crece si el papá mata a la mamá y los hijos saben o incluso si presenciaron el crimen, pues los menores se quedan sin familia, indicó la especialista.

El país vivirá una emergencia con estos niños que son “los hijos del feminicidio”, dice. “¿Cómo se van a comportar en el futuro?, es terrible como sociedad, por lo que es urgente tomar acciones de atención para estos pequeños y adolescentes”.

En este momento, en un feminicidio en el que la víctima tiene hijos, “si no hay un familiar cercano, los niños se van al DIF, donde no hay un programa de seguimiento de qué va a pasar con los hijos del feminicidio y eso nos va a explotar en algún momento”, advirtió la coordinadora del PIAV.

“Estos niños son revictimizados, viven una tragedia sicológica terrible, son como los hijos de la guerra, sólo que esta es una batalla contra las mujeres”, reiteró .

“¿Qué le pasa a un chavito que le matan a su madre?, le privan de toda la seguridad que ella le puede dar, y luego si el asesino es su papá, la clase de odio, de resentimiento, él puede reproducir los patrones del maltratador y homicida o volverse una suerte de vengador”, explicó la especialista.

Becas para los hijos de las víctimas. Rodrigo Espeleta Aladro explicó que en términos de la Ley de Víctimas y su reglamento, hay algunos lineamientos para que familiares de mujeres asesinadas accedan a diversos apoyos que hay en el Estado de México para adquirir, por ejemplo, becas.

La Comisión Ejecutiva de Víctimas del Estado de México a la fecha otorga becas de mil pesos al mes a 248 niñas, niños y adolescentes hijos de mujeres víctimas de feminicidios, homicidio doloso y desaparición.

Espeleta Aladro afirmó que en el estado “hay diversos apoyos que van desde despensas, becas, atención psicológica y médica, pero queremos ir más allá, el gobernador ha instruido que ampliemos capacidades y recursos para tener un programa de atención más integral para la atención a hijos e hijas de víctimas de desaparición y feminicidio”.

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