A través de su palabra dominical, el obispo de Querétaro, Faustino Armendáriz Jiménez, exhorta a los fieles católicos a ser compartidos de sus riquezas, sobretodo, con aquellos que viven en la pobreza, ya que solamente con acciones de compasión y generosidad, se podrá, al final de la vida, tener acceso al cielo de Dios.

Como ejemplo de esta situación, el obispo citó lo ocurrido hace algún tiempo entre un hombre humilde de nombre Lázaro y un hombre rico, que era egoísta y no compartía sus riquezas con los desamparados; sin embargo, ambos murieron, pero sólo uno (Lázaro) fue llevado por los Ángeles.

“Hijo mío, respondió Abraham, recuerda que has recibido tus bienes en vida y Lázaro, en cambio, recibió males; ahora él encuentra aquí su consuelo y tú el tormento. Además, entre ustedes y nosotros se abre un gran abismo, de manera que los que quieren pasar de aquí hasta allí no pueden hacerlo, y tampoco se puede pasar de allí hasta aquí”, comentó el obispo.

Ante esta situación, Faustino Armendáriz dijo que tanto las riquezas y el dinero son situaciones criticadas por Jesús, ya que se contraponen a lo que desea Dios para con sus hijos, quienes deben estar atentos a su mensaje.

Asimismo, recuerda que aquellos que no comparten sus riquezas con los necesitados están generando un abismo entre aquellos que nunca hicieron el bien.

“Es el abismo que existe entre el que está seguro de sí mismo y el que asume el riesgo de poner su existencia al servicio de los hermanos (…) es un abismo mayor que aquel entre la mesa del potentado y la del mendigo”.

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