El autobús blanco con amarillo llega al Congreso del estado. De la unidad bajan 25 niñas y niños que forman parte del 14 Parlamento Infantil, donde por la tarde eligieron al presidente de la Mesa Directiva.

Los pequeños, originarios de diferentes municipios de Querétaro, llegan del planetario de Cadereyta, donde también les dieron de comer, de acuerdo a lo que dice una de las niñas que componen este parlamento infantil.

Llama la atención que de los 25 menores sólo hay dos niños, 23 niñas componen esta Legislatura.

Los chicos suben a uno de los salones donde personal del Instituto Electoral del Estado de Querétaro (IEEQ) les brinda un taller sobre los procesos electorales, y el trabajo del instituto en la vida democrática del estado.

Los menores escuchan atentos, participan, ríen, y de vez en cuando se gastan alguna broma. Luego reciben una explicación de cómo se desarrolla una sesión en el Congreso, así como cuál es el trabajo de los diputados. Personal de área jurídica del Congreso local participa en la charla informativa de los menores.

Les dicen en qué consiste una votación para elegir a la Mesa Directiva del Congreso, trámite que deben cumplir el jueves en la tarde, pues este viernes tendrán sesión en el pleno, acompañados de los diputados locales adultos.

Antes, escucharon los motivos por los cuales sus compañeros desean encabezar ese órgano legislativo. Exponen que quieren trabajar por el bien de la sociedad, para hacer de Querétaro un lugar mejor, hasta otro motivo, muy honesto, de una menor, quien señala que no tiene todas las soluciones, pero que trabajará para mejorar las cosas.

Se realiza una primera votación para elegir al presidente. Los menores se levantan de sus lugares para votar en la urna electrónica, donde colocan su huella digital. Llevan también su credencial, sin la cual no podrían sufragar.

Es presidenta. Hay empate entre dos jóvenes diputados. Se tiene que volver a votar para definir a quien encabezará la Mesa Directiva. Al final, en la votación de desempate resulta electa Natalia Guerrero Guerrero. La niña será la presidenta este día en la sesión solemne.

Los niños están felices, pues los instructores del taller les dicen que fue todo por su parte, pues aún hay más actividades para todos ellos.

Un “ashh” se escucha de manera generalizada cuando se les dice que tienen que bajar al Salón de Pleno para un ensayo de la sesión de este viernes. Los menores toman sus cosas y caminan arrastrando los pies. Algunos ya se notan un poco cansados del día largo que tuvieron.

Sin embargo, cuando llegan al Salón de Pleno el cansancio pasa a segundo plano. El lugar les agrada, con sus grandes curules color negro, sus espacios amplios bien iluminados. Nadie nota la bandera histórica que data del siglo XIX y que vio acción en varios conflictos bélicos que los chicos han leído en sus libros.

Los asesores del Congreso les dicen a los niños que busquen los lugares de sus diputados. Por un momento todo es confusión. Los adultos que acompañan a los niños los orientan. Ya todos en sus lugares, se les explica cuál es el protocolo que deberá seguir en la sesión.

Los asesores del Congreso les explican que para tomar la palabra deben pedir permiso a la Mesa Directiva, y que tienen que argumentar a favor y en contra, para convencer a sus compañeros diputados de que su ley o su postura opositora es la correcta y adecuada para la sociedad.

El ensayo se lleva a cabo sin contratiempos. Todo normal. La presidenta de la Mesa Directiva lee con propiedad la orden del día y lleva en orden la sesión. Los pequeños diputados le ayudan a conservando el orden.

La semilla, el servicio público. Muchos se sientan con propiedad en los enormes curules de los diputados. Otros lo hacen de una manera más relajada, casi acostados sobre los sillones. La mayoría ya muestran cansancio, pero se ven contentos de participar en esta experiencia única en su vida, pero que podría sembrar en ellos la semilla de la cosa pública.

La Mesa Directiva de este día será encabezada por Natalia Guerrero Guerrero, presidenta; Raúl de Jesús Ugalde, vicepresidente; Amanda Saraí Granados Balderas, primera secretaria y Diana Sierra Pérez, segunda secretaria.

Amanda Saraí es invidente. Un asesor le “sopla” los nombres de los diputados niños para el pase de lista. Rinde su informe: 25 asistencias, cero faltas.

Los asesores jurídicos instruyen a los menores, quienes no presentan ninguna duda sobre la sesión.

El ensayo también se demoró un poco, pues una niña no estaba en su lugar. Había ido al baño y no sabían con quién o quién la había acompañado. Hubo momentos de tensión por no saber el paradero de la niña, aunque unos minutos después la menor llegó tranquilamente.

Algunos de los empleados del Congreso observan desde atrás del Salón de Pleno a los niños que ocupan los sillones de piel. Mientras que en el presidium los integrantes de la Mesa Directiva observan a sus compañeros mientras los asesores preguntan si hubo dudas.

Luego de un rato el ensayo termina. Los menores abandonan el Congreso del estado, pero regresarán este día para la sesión de las 11:00 horas, donde presentarán sus iniciativas, las discutirán y votarán para que se conviertan en leyes.

Pero esta tarde los niños quieren descansar, quieren llegar a cenar algo y dormir, pues este viernes será de sesión, en uno de los ejercicios más entrañables que hacen los diputados en estas fechas con motivo del Día del Niño. Estas ocasiones por lo regular siempre son aprovechadas por los niños para decir lo que piensan a quienes hacen las leyes que rigen al país.

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