En el marco de la palabra dominical expresada por el obispo de Querétaro, Faustino Armendáriz Jiménez, exhortó a los católicos a que ante la llegada del 24 de diciembre abran sus corazones y dejen que Dios sea parte de sus planes y proyectos de vida.

De acuerdo con el Evangelio, el último domingo de Adviento (preparación para la Navidad) se enmarca en torno a la presencia de Dios, de su voluntad para hacerse presente en la historia de los hombres y la llegada de la salvación en el mundo.

Aseveró que en Navidad es tiempo de reconocer y celebrar el grado de superioridad de Jesús, quien es grande, rey, y el hijo del altísimo. Un hombre que procede del Espíritu Santo, instalado en María, quien respondió a esta petición.

Aseveró que el nacimiento de Jesús es un milagro, obra del Espíritu Santo, porque un hijo no necesita ser engendrado por un padre, basta con que herede la transmisión y tener el padre como modelo de comportamiento ante los hombres.

“El nombre de Jesús, significa salvador, Dios cumple sus promesas pero de una forma completamente nueva (...)”.

El religioso recordó cómo María aceptó el mandato de Dios, sin poner resistencia y cuestionar su proyecto, ya que sabía que era en Dios en quien pondría su confianza y esperanza, por lo que pidió “que nuestros planes sean el proyecto de Dios”.

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