Es pequeña y casi insignificante, a menos que se encuentre rondando muy cercana a nosotros, seguramente podría atemorizar a muchos con el zumbido que produce su aleteo y ante la amenaza de sufrir su picadura. La realidad es que este personaje es bastante valioso para la humanidad entera y hoy día es impostergable el cuidarle y protegerle ante la seria amenaza de extinción que pesa sobre ella por nuestra intervención y por los efectos del cambio climático. Me refiero a la abeja. Quienes no estamos familiarizados con ellas, no solemos reconocer ese valor e importancia que nos brinda su vida cotidiana.

Hay 20 mil especies de abejas y muchas de ellas polinizan más del 80% de los cultivos en nuestro planeta, lo que las convierten en una parte vital del mismo, pero desafortunadamente la población ha disminuido considerablemente. Según los investigadores, se han dejado de ver en la actualidad cerca de un 25% de las especies registradas. En relación con nuestra alimentación, su tarea está relacionada con una tercera parte de nuestros alimentos y eso no podemos ni debemos ignorarlo. Además, su trabajo social y comunitario en su colmena es digno de reconocimiento por el cuidado y esmero que tienen para comunicarse, cuidar, alimentar, sanear y proteger su hogar y a sus semejantes, sin dejar a un lado la producción de miel y jalea real que realizan gran parte de ellas y que reúnen altas cualidades nutricionales y medicinales.

Tener la oportunidad de atrapar alguna en una imagen, es también un deleite, ya que como esta chica, cuyo outfit podría catalogarse estilo punk, seguramente le permite reunir una buena cantidad de polen para llevar a cabo su trascendental labor para su colmena y para la nuestra. Ojalá tengamos el tino de reconocer y cuidar la grandeza de lo pequeño y temer mucho más a su desaparición en este mundo y en este Querétaro nuevo que deseamos conservar

@GerardoProal

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