En los últimos diez años ha habido un antes y después en el desarrollo de la vitivinicultura en Querétaro, y con miras al 2020 se presenta un importante potencial de crecimiento en la industria, afirmó Lluis Raventós Llopart, presidente de la Asociación de Vitivinicultores del estado (AVQ).

Expuso que en los siguientes tres años se prevé que la superficie sembrada pase de 300 a 500 hectáreas, un crecimiento de 67% que reforzaría la posición de liderazgo que tiene la entidad en el centro de México.

“El potencial es muy grande; tenemos a nuestro alrededor a más de 40 millones de personas que están dispuestas a venir y pasar un tiempo en el estado, conociendo los nuevos proyectos y la nueva viticultura”, dijo.

Al cierre de 2016 la AVQ reportó un crecimiento de 5% en el sector y para este año se prevé crecer el mismo porcentaje. Raventós resaltó que 15 de los 26 productores afiliados a la asociación fabrican vino y representan más de 100 etiquetas de vinos elaborados en el estado de Querétaro.

“El gran boom de Querétaro es ahora. En la última década el sector empezó a detonar, pero los últimos cinco años y los próximos cinco creo que estamos en un momento muy importante en la industria vitivinícola.

“Hace 10 años había uno o dos proyectos vinícolas; es decir, bodegas con el ciclo completo. Hace cinco años éramos quizás 10, y ahora somos 15. Para 2020 proyectamos que de las 15 pasemos a las 18, 19 o 20”, estableció.

Indicó que no se debe perder de vista que los proyectos en esta industria son muy costosos y lentos en el tiempo, pues desde que se planta un viñedo hasta que se cosecha uva pasan cuatro años, más dos que conlleva la elaboración de vino.

En números. Los números, de acuerdo con el presidente de la AVQ, marcan la posición actual del sector vitivinícola queretano. Al interior del estado la industria suma poco más de 300 hectáreas plantadas de uva de diferentes variedades, con una producción que supera los 3 millones de botellas de vino. De éstas, 60% corresponde a vino espumoso y el resto a vino de mesa.

Entre 75 y 80% de las botellas se queda en México, mientras que alrededor de 25% de lo que se produce corresponde a exportación, lo que se envía principalmente a Estados Unidos, Europa y Japón. Este último se identifica como un mercado que se ha abierto y el cual presenta un gran potencial.

A nivel de turismo, Raventós destacó que Querétaro recibe anualmente a poco más de 500 mil personas que visitan la Ruta del Arte, Queso y Vino, erogando un gasto promedio de entre mil y mil 500 pesos por persona.

“Querétaro se está posicionando como las burbujas de México; de los 25 asociados que son, 15 están produciendo vino y 90% hace vino espumoso. Esto nos está diferenciando del resto de las zonas vinícolas”, apuntó.

Promoción comercial. Este martes la Asociación de Vitivinicultores de Querétaro firmó un convenio de colaboración con la Agencia de Servicios y Desarrollo de Mercados Agropecuarios (ASERCA) para promoción comercial del sector en todo el país.

El coordinador general de Promoción Comercial y Fomento a las Exportaciones de ASERCA, Manuel Pozo Cabrera, precisó que se destinarán tres millones de pesos, recursos provenientes de la entidad responsable de comercialización dentro de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).

Parte de estos recursos se erogará en la contratación de pabellones en ferias nacionales para promover la vitivinicultura queretana.

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