La cuestión económica, el posicionamiento como artista, la aceptación del arte como un trabajo por parte de su familia, amigos y la sociedad en general, son los principales obstáculos que un artista debe sortear para alcanzar sus sueños, explicó Salvador Huerta Mora, pintor egresado de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).

Salvador es pintor profesional desde hace ocho años, no obstante su gusto por las artes —en especial la pintura— comenzó desde los ocho años de edad, ya que Huerta Mora dedicaba gran parte de su tiempo a dibujar lo que percibía.

El primer obstáculo al que se ha enfrentado Chava, como le dicen sus amigos, fue la negativa de su padre por ver a su hijo dibujar por largas horas.

“Básicamente dibujaba, fue difícil porque mi padre me lo prohibía, trazaba a escondidas porque los papás siempre tienen esa preocupación de desear que sus hijos estudien lo que quieran menos una carrera de humanidades porque siempre la pregunta es ¿De qué vas a vivir? mi papa me decía no vas a ganarte la vida pintando tus monitos”, narró el —ahora— pintor.

No obstante el apoyo de su madre fue total, ella lo alentó para que ingresara a los cursos de pintura a la edad de ocho años en la Casa de Cultura del municipio de Querétaro, momento en el que Salvador se dio cuenta de que a la pintura era a lo que quería dedicarse.

Cuando llegó el momento de ingresar a la Escuela de Bachilleres, Salvador fue rechazado, sin embargo, ingresó en una escuela técnica en la que estudió dibujo técnico arquitectónico y mecánico.

A los 20 años Huerta Morales recibió su primer premio como artista, el cual además del reconocimiento que recibió, también le dio la posibilidad de ganar 5 mil pesos, monto que fue entregado en su totalidad a su padre como una forma de demostrarle que el trabajo de artista igualmente es remunerado.

“Mi especialidad es pintura, pero también dibujo, grabado, escultura. No sólo me dedico a pintura, sino a pintar murales, esculturas, decoración”, subrayó el artista.

Con respecto al trabajo de decoración —el pintor dijo— que la mayoría de sus obras se dedicada a la ornamentación de espacios que se han perdido debido a que los inmuebles cambian de dueño constantemente, para ser utilizados como comercio principalmente, lo que ocasiona que los nuevos dueños remodelen o cambien el concepto del establecimiento y destruyan los obras de arte que él ha creado.

Además de “lo más difícil de dedicarse a la pintura ha sido la parte económica, pues a veces hay trabajos muy buenos en los que se gana bien, sin embargo, no son estables, ya que hoy puedes tener un ingreso y mañana no”, expuso.

De la misma forma reconoció que tener un trabajo como artista depende mucho de cómo sea administrado el recurso que se percibe, ya que indicó que en el ámbito artístico muchos creadores se van quedando en el camino, por el desánimo de no contar con un ingreso fijo y porque la vida bohemia y relajada influyen en que deserten de la creación.

“La parte del caminito que te abres en las galerías, es muy difícil, ya que las galerías en Querétaro no son abiertas a los artistas con facilidad, sino debes de tener una obra que te respalde”, señaló.

En Querétaro Huerta Morales ha presentado su obra en la Galería Municipal, Museo de la Ciudad, Galería Libertad, Museo Histórico de la Sierra Gorda en Querétaro y la Casa del Faldón, sólo le falta exponer en Museo de Arte.

Actualmente, Salvador cuenta con una beca otorgada por Conaculta —beca de jóvenes creadores— la cual le da un espacio para crear sus obras y material para el mismo fin.

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