Arcelia.— En una nueva jornada violenta, 10 personas fueron asesinadas ayer en Guerrero, por lo que en menos de un mes se han cometido más de 60 crímenes en la entidad.

En Arcelia, cuatro personas fueron ejecutadas ayer por un grupo armado en la comunidad de Ixcatepec.

De acuerdo con el reporte policiaco, ciudadanos alertaron a las autoridades sobre el ataque a través del número telefónico de emergencias, por lo que los uniformados acudieron al lugar, donde confirmaron la muerte de cuatro hombres.

Sólo dos víctimas fueron identificadas: Agustín Ochotla Chávez, de 26 años de edad, de ocupación albañil y originario de la comunidad de San Andrés, y quien fue reconocido por su madre.

También fue identificado por su madre Wiliulfo Pantaleón Calderón, de 21 años de edad, originario de la comunidad de Vista Hermosa y de oficio albañil. Los otros dos cuerpos están en calidad de desconocidos.

Según el reporte, familiares y habitantes de la zona escucharon detonaciones durante la madrugada de ayer; las víctimas presentaban impactos de bala calibre 22 en diferentes partes del cuerpo. En el lugar se encontró una motocicleta color roja, así como bebidas embriagantes.

En Chilpancingo, una persona fue ejecutada a balazos y otra más fue encontrada sobre la autopista Cuernavaca-Acapulco a la altura del kilómetro 236+200; esta víctima fue encontrada con huellas de tortura y al parecer fue asfixiada con una bolsa de plástico. La remataron con un pedazo de concreto.

En Chilapa, dos individuos fueron encontrados calcinados en el interior de un vehículo en la cabecera municipal; cuando llegaron al lugar los cuerpos de emergencia, la unidad se estaba incendiando.

Mientras, en el puerto de Acapulco, un grupo armado atacó un sitio ubicado a un costado del bulevar Vicente Guerrero de la colonia Renacimiento, donde dejaron a un taxista muerto y otro más herido de gravedad, y sobre la avenida Gran Vía Coloso, otro conductor de un taxi, con número económico 1393 de la ruta Coloso, fue encontrado sin vida.

Se reúnen obispos. En Ciudad Altamirano, obispos de las de diócesis de Guerrero señalaron que el origen de violencia se debe al enojo y anhelos de venganza entre la sociedad.

En el Encuentro Pastoral Conjunta, los obispos Salvador Rangel, Carlos Garfias, Dagoberto Sosa y Maximino Martínez manifestaron que en Guerrero y en México se van a seguir teniendo más Arcelias mientras no se reconstruya el corazón de la gente.

El obispo de Acapulco, Carlos Garfio Merlo, comentó que desde 2010 el obispado de Guerrero analiza los factores que están detrás de la violencia en el estado y han concluido que en el fondo el origen de la violencia es por el descontento y enojo de la gente porque falta justicia.

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