NUEVA JERSEY.— Tan sólo tres temporadas en la NFL bastaron para catapultarlo como uno de los mejores defensivos de la Liga. Richard Sherman, esquinero de los Halcones Marinos de Seattle, está cómodo con el protagonismo que adquirió, mismo que emplea para motivar a sus compañeros. A este jugador nunca le ha gustado permanecer en el anonimato.

Su padre era recolector de basura, mientras que su madre era maestra de niños con discapacidad en una escuela especial. El pequeño Richard nunca fue problemático, pero tampoco era de los que guardaba silencio para pasar desapercibido.

Sus calificaciones fueron excelentes y aprovechó su promedio para acudir a la preparatoria Dominguez High School, donde se inscribió al equipo de atletismo y de futbol americano.

Sherman jugaba en la posición de receptor y fue uno de los atletas juveniles más destacados de Estados Unidos.

Sherman aprovechó sus buenas calificaciones y decidió ingresar al programa de Stanford, donde también tuvo buenos momentos como receptor, hasta que en 2008 sufrió una lesión en la rodilla, misma que le impidió continuar alineado como receptor y fue entonces cuando los Cardenales decidieron colocarlo en el campo a la defensiva, como esquinero. Fue un rotundo acierto, en sus últimos dos años colegiales acumuló 112 tacleos y seis intercepciones.

En 2010, antes de llegar a la NFL, Sherman se graduó en la licenciatura de comunicación y decidió iniciar una maestría, pero los estudios quedaron en pausa, porque en el Draft 2011 los Halcones Marinos lo eligieron.

“Pienso que la educación es inmensamente importante para tener éxito, especialmente para la juventud. Incluso si no se trata del campo que elijas, creo que es necesario que aprendamos de la historia de la vida, algunos aspectos de la educación son esenciales durante el crecimiento de los niños y para entender el mundo como debe ser”, comentó Sherman ayer en conferencia de prensa.

Sherman es educado, inteligente y en el campo de juego una fiera. En tan sólo tres temporadas con Seattle lleva 20 intercepciones, dos touchdowns y 139 tacleos.

Este “cerebrito” de la defensiva de los Halcones Marinos también sabe jugar muy físico cuando es necesario, y este domingo, ante los Broncos de Denver, deberá brindar lo mejor de su repertorio para ayudar a su equipo a ganar el Super Bowl XLVIII.

“Nuestro juego físico siempre estará presente, de eso nos ocuparemos nosotros. Este es un partido en el que todos los que participaremos pondremos lo que nos queda sobre la mesa para ganarlo”, comentó Sherman, quien goza con la atención de los medios porque “el anonimato simplemente no es para mí”.

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