Entrega y pasión se hicieron presentes la tarde de este sábado en la Unidad Deportiva Juriquilla, cuando Coyotes de Querétaro hizo la presentación ante su gente y se midió a Dragones de Tlalnepantla, que se llevó el triunfo 3-2 y se adjudicó el trofeo conmemorativo de este partido de futbol de amputados.

Buen ambiente se vivió alrededor de la cancha de futbol de pasto sintético del mencionado recinto, con un público, en su mayoría local pero con una nutrida porra visitante, que no sólo llenó el graderío, sino que se colocó bajo algunos árboles del cerro aledaño.

Los Dragones mostraron de inmediato que no serían un sinodal sencillo, pues apenas al minuto 2 el defensa Luis Verde se sumó al ataque y tras desbordar por izquierda se metió al área y marcó el 1-0.

Los siguientes minutos fueron de dominio local, pues el equipo amarillo y negro organizó mejor su ataque y generó algunas ocasiones de gol, aunque casi todos los disparos terminaron por encima del travesaño y el resto fueron bien resueltos por la zaga y el portero mexiquenses.

Luego de un tiempo fuera que sirvió para reacomodar las piezas de ambos estrategas, los rojos volvieron a sorprender de inicio, atacando una vez más por izquierda, pero en esta ocasión la jugada terminó en una diagonal retrasada para el talentoso Gregorio Vega que sin problemas puso la pelota en la red para el 2-0 al minuto 16.

Con el orgullo herido una vez más, los queretanos volvieron a volcarse al ataque y en una jugada llena de pundonor en la que los delanteros lucharon con fuerza por el balón, este cayó al pie de un solitario Gonzalo Paz, que con clase definió para el 2-1.

Poco le duró el gusto a los caninos, pues apenas un minuto más tarde Francisco Duarte aprovecho los espacios dejados por la defensa rival para hacerse del esférico y sin mucha presión encarar y vencer al guardavallas, anotando un 3-1 que caló hondo en el ánimo queretano.

Con esos números en el tanteador llegaron a su fin los primeros 25 minutos de juego y mientras los jugadores se resguardaron del sol en un par de tiendas adecuadas como vestidores los entrenadores buscaron darles mayor motivación y replantear la estrategia.

Los Coyotes saltaron de nueva cuenta a la cancha con un ánimo renovado y el segundo tiempo se desarrolló entre lucha y pundonor por parte de ambos planteles, quienes entendieron que habría que guardar sus movidas más técnicas para una mejor ocasión.

Pasaban los minutos y se notó algo de desesperación en los avances locales, pero la intensidad con que jugaban tuvo su recompensa al minuto 13 cuando una falla de comunicación entre el cancerbero y la defensa mexiquense provocó que dejaran botar en el área un centro frontal que José Valencia buscó jugándose el físico logrando conectar de cabeza para acortar la distancia en el tanteador.

Los últimos diez minutos fueron de una gran demostración física por parte de los jugadores, a pesar de la alta temperatura y a falta de nubes. Aunque Coyotes generó un par de llegadas más de mucho peligro, la pelota se negó a entrar una vez más y el silbatazo final llegó decretando el 3-2 final.

A pesar del descalabro, el capitán de Coyotes, Rodrigo Campos, expresó satisfecho: “Le agradecemos a Dragones, nos vino a poner en aprietos, pero se ha venido trabajando muy bien, somos un equipo muy bien trabajado, muy bien dirigido, tengo excelentes compañeros y creo que se ha reflejado”.

Rechazó poner como pretexto el clima, ya que, aseguró, afectó de igual manera a los dos equipos.

“Para poder aprender a ganar hay que perder y creo que estamos perdiendo con la cara en alto”, finalizó Rodrigo, número 10 de Coyotes.

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