La huella que ha dejado a lo largo de poco más de 20 años de trayectoria por las lonas del pugilismo merece el mejor final. Juan Manuel Márquez aseguró que vencer a Timothy Bradley el próximo 12 de octubre, será “la cereza en el pastel” que corone una una vida de amor a los guantes y a los encordados.

“No hay mejor forma que retirarse como campeón , decir que te retiraste saliendo airoso de una pelea de campeonato sería grandioso, pero sería más grandioso en la forma en la que lo haría con cinco títulos mundiales”.

Y es que el cetro welter de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), además de ser una motivación para Juan Manuel por recuperar un título que siente le fue robado aquella velada del 12 de noviembre de 2011, cuando fue derrotado por decisión mayoritaria, también sería un regalo con dedicatoria a su familia, su equipo de trabajo y a todos los aficionados que lo han acompañado desde aquel 29 de mayo de 1993, cuando subió por primera vez a un ring de forma profesional.

“[El campeonato], no sólo sería la cereza del pastel, sino pondría una cerezota en el pastel, que se la quiero colocar, que se la quieros poner, pero con una dedicatoria en especial para todo mi equipo, mi familia, para el público que siempre ha estado conmigo y otros que también se han ido sumando en mi carrera”, sostuvo el Dinamita, quien en diciembre del año pasado se despojó de uno de sus mayores fantasmas al derrotar por nocaut en el sexto episodio al filipino Manny Pacquiao.

Con aquella derecha que depositó al Pacman en la lona del MGM de Las Vegas, Márquez recuperó el sitio en la historia del que se sintió despojado por los jueces en tres ocasiones, pero ahora el cetro welter del OMB es lo que quiere recuperar para lucir en su cintura.

“Por qué no recuperar lo que me robaron los jueces, quiero el cinturón welter que es mío. Bradley es el campeón y te repito que quiero recuperar lo que debió haber sido mío aquel 12 de noviembre de 2011, cuando me negaron el triunfo, una decisión prácticamente clara para todo el mundo”, argumentó.

El reto es complicado, para Juan Manuel, el rival que tendrá enfrente en el Thomas and Mark Center es de primera línea, pero confía en su preparación y la experiencia que ha acumulado para salir con el puño en alto.

“Tengo una mentalidad positiva, tengo una mente fuerte que me puede ayudar si en algún momento me falla algo sobre el ring, se puede ajustar y con la experiencia y la condición voy a dar una gran pelea”.

Tal vez sin pensar en convertirse en cinco veces campeón del mundo, el boxeador capitalino confesó que todo el esfuerzo que ha imprimido para ser referente del deporte mexicano comenzó en su niñez.

“Cuando volteo atrás veo todo el esfuerzo que me costó llegar aquí, el sacrificio que he hecho por ser un deportista importante. Desde niño yo dije quiero ser campeón del mundo, pero no sólo es decirlo sino hacerlo y gracias a Dios lo logré”, finalizó Juan Manuel Márquez

Google News

TEMAS RELACIONADOS