“El basquetbol les abrirá el cielo”, prometió Sergio Zúñiga a los niños triquis.

Y el entrenador, artífice del popular equipo de baloncesto oaxaqueño, ya comenzó a cumplir su palabra. Al menos el viernes, 17 niños vivieron una de las mejores experiencias de su vida al asistir a un partido oficial de la NBA.

“Ellos están conscientes que ese esfuerzo, ese dolor, esa gota de sudor es lo que les ha dado este premio. Se sienten más motivados que nunca para seguir persiguiendo el sueño, esa meta que un día nos trazamos y nos comprometimos todos: de que un día iban a terminar su carrera y de que el basquetbol les iba a abrir el cielo, aquí está la muestra de que cuando se quiere se puede”, explicó Zúñiga a La Opinión de Los Ángeles.

Melquiades de Jesús y Dylan Hassan Ramírez fueron dos de los niños más emocionados con la visita al Staples Center, donde los Lakers vencieron a los Timberwolves.

“Fue emocionante, nunca le había tocado la mano a un jugador, aunque no estaba Kobe Bryant. Es algo que nunca vamos a olvidar, nunca imaginé esto, en mi tierra los veíamos en la tele, pero aquí es diferente, es emotivo”, dijo el jugador de 11 años.

El equipo oaxaqueño participará en la Copa Navideña FOCOICA que organiza la Federación de Comunidades Oaxaqueñas y Organizaciones Indígenas en California del 21 al 28 de diciembre. Los partidos se realizarán en el parque Toberman.

“Me siento muy feliz, emocionado de ver a los jugadores de la NBA, las canastas, los tapones, todo”, mencionó Fernando León, otro de los jugadores.

El regreso de los niños a sus comunidades está programado para el próximo 30 de diciembre.

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