Seattle.— En los últimos años, la NFL ha modificado sus reglas para beneficiar a las ofensivas, pero como reza el añejo adagio, las defensas son las que ganan los campeonatos. Y como ejemplo está el monarca en turno: Seattle, que, apoyado en una de las mejores defensivas de los últimos tiempos, tiene todo para revalidar su cetro.

Los Seahawks, que el año pasado apalearon en el Super Bowl a un ataque de Broncos, que había impuesto un récord de puntos en temporada regular, cerraron la campaña aceptando 6.5 puntos en promedio en sus últimos seis compromisos y en la Ronda Divisional superaron 31-17 a Carolina.

“Lo que han hecho es impresionante, porque los cambios de reglas han sido para beneficiar al ataque”, dijo el gerente general de Baltimore, Ozzie Newsome, quien como jugador se vio las caras ante la Cortina de Acero de Pittsburgh y la memorable defensiva de los Osos, a mediados de los 80. “Hay más anotaciones por las reglas”.

La unidad, que se ha autonombrado como la ‘Legión del Boom’, tiene unas impresionantes cartas de presentación. El año pasado permitieron apenas 14.4 puntos por juego, cuando el promedio de la Liga fue de 23.4. En 2014 tuvieron un bache notorio que los vio ponerse con récord de 3-3 en un punto y su promedio fue de 15.9, cuando el de la Liga fue de 22.6.

Esos números son relativamente pobres, si se comparan con los de Pittsburgh, que en 1976 recibió sólo 9.9 unidades por encuentro, que es hasta ahora, la segunda mejor marca de la historia, junto con lo que hicieron los Vikings de Minnesota, en 1971.

El récord de la NFL pertenece a los Rams, entonces de Los Ángeles, con 9.6 unidades por partido.

Pero todas esas marcas fueron conseguidas en otros tiempos, cuando la NFL permitía mucho más contacto entre defensivos y quarterbacks.

Todo eso cambió a partir de 1978, cuando se impuso la regla de no permitir contacto, luego de cinco yardas, entre otras más limitantes.

Desde entonces, dos defensas han sido memorables. La de los Bears, en 1985, que permitió 12.3 unidades por juego, y la de los Ravens de Baltimore, en 2000, que aceptó 10.3.

Ambos equipos ganaron el Super Bowl en esos años.

“Creo que es una de las mejores defensivas que ha existido”, dijo el ex ejecutivo de Dallas, Gil Brandt, quien ha estado involucrado en la NFL desde 1960. “La defensa de los Bears era buena, pero en esa época, no existían tantas formaciones ofensivas como ahora. El futbol americano era más simple. Si esta defensa [Seattle] hubiera jugado entonces, habría sido muy buena”.

Este año, la de los Seahawks se convirtió en la defensa que menos puntos tolera por tercera temporada consecutiva, algo que no ocurría desde que Minnesota lo hizo, entre 1969 y 1971.

“No sólo jugaron bien en el Super Bowl, lo han hecho todo el año ante todo tipo de ofensivas y todo tipo de quarterbacks”, dijo el coach de San Luis, Jeff Fisher, quien los enfrenta dos veces por temporada y sabe de lo que habla.

Quizá para consolidar su puesto entre las mejores defensivas de la historia, Seattle requiera ganar un segundo Super Bowl.

“Estamos conscientes de que lo que estamos haciendo ahora es bastante bueno. Nuestro trabajo es mantener el rumbo y darles a ustedes [prensa], un tema para debatir. Si ganamos un par de campeonatos más, la gente nos considerará como una de las mejores defensas de todos los tiempos”, dijo el linebacker Bobby Wagner.

Aunque el esquinero Richard Sherman —conocido por sus guerras verbales con Michael Crabtree, receptor de los 49ers— es el indiscutible líder del perímetro de los Seahawks, es el propio Sherman quien le da crédito al safety Kam Chancellor, a quien califica como un superdotado.

“Es un maldito monstruo”, dijo Sherman. “Kam Chancellor daña el alma de las personas. Juega en un lado oscuro. Lo alimentamos todo el juego. Intimida, es un jugador agresivo, que juega dentro de las reglas”.

Chancellor tiene una intercepción en cada uno de sus tres últimos juegos de postemporada. La del sábado, ante Carolina, la regresó 90 yardas para el touchdown, que selló el triunfo de Seattle en el cuarto periodo.

“Ese es nuestro capitán”, dijo Wright. “Me encanta cómo juega ese tipo. Le trae mucha energía a este equipo, golpes e intercepciones”.

Chancellor y el resto de esta intimidante defensiva tratará de hacer lo que ni los Bears, de 1985, ni los Ravens, de hace 15 años, pudieron: ganar dos Super Bowls consecutivos. Quieren ser una defensa de época.

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