Guadalajara.— Como una aplanadora que no detiene su paso ante ningún rival, se marchó Puerto Rico de México con la etiqueta de próximo campeón. Los boricuas dominaron el Grupo D del Clásico Mundial al ganar sus tres juegos con diferencia de cinco o más carreras. Ayer vinieron de atrás por primera vez en el torneo y con un cuadrangular de tres carreras de Carlos Correa, joya de los Astros de Houston, derrotaron 9-3 a Italia.

Puerto Rico anotó 29 carreras en sus tres compromisos con siete jonrones. Un tren sin frenos que llegará a San Diego como la ofensiva más temida. Los boricuas descubrieron las bondades del Estadio de Charros y supieron aprovecharlo con festival de imparables. Mañana se enfrentarán a República Dominicana en la repetición de la final del Clásico Mundial pasado.

Contra Italia, Puerto Rico comenzó abajo en la parte alta del primer rollo con un cuadrangular de dos carreras de John Andreoli. El jardinero derecho se llevó por delante a Brandon Nimno quien se estacionó en primera gracias a una base por bola.

Los caribeños contestaron en el fondo del inning inicial con imparable de Javier Báez, quien encontró una recta del abridor Luis Lugo. La novena azzurri se mantuvo en la pelea por unos cuantas entradas más. El catcher Drew Butera se voló la barda.

Dominicanos y boricuas vivirán un clásico caribeño. Desde ahora, el encuentro es uno de los más atractivo del actual Clásico Mundial.

Con el boleto a segunda ronda virtualmente en la mano antes del partido, Puerto Rico salió con dos modificaciones en su lineup y anotó dos carreras en la segunda para empatar las cosas, y Carlos Beltrán le dio la vuelta a la pizarra con un sencillo para mandar a Correa a la registradora.

Los boricuas pusieron tierra de por medio en el cuarto capítulo con el jonrón de tres carreras de Correa. Un episodio más tarde, Hernández pegó triple para producir otra de sus carreras y Francisco Lindor remolcó una con elevado para poner las cosas 9-3.

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