Floyd Mayweather Jr. es casi un dios en Las Vegas. Las puertas de todos los casinos y antros se abren a su paso. Las secciones VIP se reservan para él y sus acompañantes. Pero para su pelea ante Saúl Canelo Álvarez, las condiciones fueron impuestas por el peleador tapatío.

El Canelo fue el primer rival que le exige firmar un contrato para enfrentarlo o desistir de formar parte de su cartelera. Algo que cumplió al salirse de su función del 4 de mayo pasado. Pero Saúl fue más allá. Álvarez condicionó esta batalla a las 152 libras, su división superwelter y no en welter, como quería el estadounidense.

“La idea del peso pactado fue mía, porque yo no estaba dispuesto a bajar más de dos libras. Esa condición se debió a mí y por eso vamos en superwelter”, revela Álvarez, quien argumenta que su físico ya no le da para bajar a las 147 libras.

Bajo esta condicional, el tapatío y su equipo de trabajo temían que el combate no se llevara a cabo por todas las negativas y condiciones que The Money Team pedía. Pero debido a la ganancia, de una bolsa garantizada para el estadounidense de 41.5 millones de dólares, terminaron por aceptar.

“Sinceramente, sí me sorprendió que Mayweather aceptara la pelea contra mí. No porque aceptara estar ante mí, sino porque lo hizo para septiembre. Pensé que se daría hasta el próximo año”, agrega el monarca superwelter del Consejo y la Asociación Mundial de Boxeo, quien expondrá dichas coronas este sábado en el Grand Garden Arena.

El que Saúl tenga que bajar dos libras de su peso habitual, es algo que sí ve como un factor a su favor, por el hecho de que su pegada se mantendrá intacta. Pero el campeón mexicano aclara que no sólo será factor el estar en su división.

“Sí me ayudará el peso. La mayoría de la gente sólo se fija en el poder que tengo, pero también cuento con velocidad. Soy rápido e inteligente. Eso va a ser clave en la pelea. La condición va a ser importante, porque debemos estar listos en todos los aspectos ante el mejor del mundo”, reconoce.

Durante su preparación en el bosque de Big Bear, en California, El Canelo noqueó a tres sparrings; a uno le dislocó el hombro y a otro le fracturó la costilla. Con un total de 10 semanas de preparación, el mexicano no duda de que llega en su mejor momento físico.

“Ya a estas alturas es cuando ansías estar arriba del cuadrilátero, estar ya listo para pelear. Me siento muy contento después del trabajo tan bueno que hemos hecho. Es una pelea muy difícil, pero tengo muchas ventajas que me harán salir con la victoria”, promete Álvarez, que le ganó la primera batalla a Mayweather al imponer sus condiciones.

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