“Respetamos mucho a nuestros rivales, sabíamos que la balanza se inclinaba para el otro lado, pero es lo bonito del futbol, las sorpresas que puede haber”, comentó el autor del primer gol de Unión Barrón, César Gómez, que por vía del tiro de castigo en la parte complementaria consiguió poner adelante a su equipo en la gran final del torneo Interbarrios San Pancho 2012.

En efecto, la mayoría de los diez mil presentes en los alrededores del campo La Presa, en La Cañada, tenían como favoritos a Mercado de Abastos, donde milita el ex jugador de Gallos Blancos, Margarito González, además de otras figuras que se han ganado un lugar en el futbol llanero.

La convivencia popular se vivió en su máximo esplendor en un rincón del estado. Familias enteras, aficionados que no faltaban cada semana a este encuentro y personas que se dieron cita por primera vez al espectáculo, abarrotaron el sitio ubicado a un costado de la vía del tren, donde circula “La Bestia”, que antes de finalizar el juego hizo su singular aparición, pero que por el gran ambiente, está vez no se dejó escuchar su estruendosa marcha.

La segunda anotación de Unión Barrón corrió a cargo de Marcelo “Chelo” Arce, a los 15 minutos del segundo tiempo, que cayó como balde de agua fría a los de Abastos, quienes habían generado mucho más peligro desde el primer tiempo, pero que esta vez les faltó concretar.

En sus partidos para la clasificación, Mercado de Abastos se había caracterizado por remontar marcadores.

Todos pensaron que la final sería de la misma forma, pero esta vez no les alcanzó el tiempo.

Sólo alcanzaron a descontar gracias a una jugada que perdió la defensa, para que el Nassa recuperara, el cual filtró a Wuintilo Vega, quien cruzó al portero para mandar el balón al fondo de la red.

La afición celebró en grande y la porra del equipo continuó con sus cantos, pero era tanta la gente, que invadía la cancha. Esta situación se acrecentó más en la segunda mitad, incluso cuando hubo un conato de bronca entre los aficionados que estaban detrás de la portería de Abastos.

El árbitro dejó seguir el partido, aunque después de las líneas que demarcaban el campo, los pies de las personas presentes “estorbaban” el paso de los jueces de línea. También cayeron cuetes explosivos en el transcurso del juego. Nadie se inmutaba.

La búsqueda del empate para Abastos fue incrementándose con el avance del partido. Faltas que recibían en los linderos del área eran cobradas por Margarito, que estrellaba en la barrera defensiva.

Avances por ambas bandas pero con centros imprecisos que pasaban de largo generando saques de meta. El segundo gol para Abastos no llegó.

El árbitro decidió parar el juego al minuto 79, por la invasión de los aficionados al campo.

Unión Barrón es el campeón contra todo pronóstico, pero a toda ley. Ellos hicieron los goles y se defendieron bien, por lo que nada le resta mérito a su logro.

Un caos vial se registró en las calles aledañas al campo. Algunos se retiraban del lugar a pie, otros en automóvil, pero el haber asistido a una gran fiesta popular como lo fue esta final de futbol, nadie se los borraba de la mente y menos, la sonrisa en su rostro.

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