Buenos Aires.— El sabor de un triunfo histórico se le fue a los Tigres. Poder sacar los tres puntos y silenciar el Monumental de River fueron hechos que se disolvieron en cuanto Carlos Sánchez empató el partido al minuto 72.

Una tijera del jugador millonario que dejó con una sensación agridulce a los felinos mexicanos, pese a que el punto en Argentina los ilusiona para acceder a los octavos de final de la Copa Libertadores de América.

“[El resultado es] Regular. River Plate no es cualquier equipo, es uno de los equipos grandes de Argentina junto con Boca Juniors. Se puede decir que no está mal el empate, pero mi equipo puede jugar mejor”, analiza el técnico de los norteños, Ricardo Ferretti.

El camión atrás, la vieja táctica del ‘Tuca’, sólo alcanzó para que los Tigres se quedaran con la igualada. Cuatro puntos en dos duelos parecen una buena renta de cara a los siguientes partidos en el torneo continental.

En cuanto se vieron en ventaja con gol de Joffre Guerrón en una escapada, defenderse con todo resultó insuficiente para los norteños que acariciaron la victoria.

El delantero ecuatoriano había golpeado al gigante argentino. Aprovechó un regalo de la zaga de River para enfilarse rumbo al área, sacar al portero Julio César Chiarini para definir con el arco vacío y a placer.

Era el minuto 39 de partido. El bigote de Ricardo Ferretti se endureció y no mostraba demasiado ímpetu. No obstante, el partido se encontraba en el terreno donde los equipos que dirige el brasileño se encuentran cómodos.

Tigres apostó a su zaga que en la Liga tricolor suele ser impenetrable. River se convirtió en un huracán. Intentos de cualquier lugar de la cancha, de larga, media distancia y en el área.

Los Millonarios se dedicaron a probar la resistencia felina. Intentaron por todos los medios hasta que vino el cobro de un tiro de esquina.

Como suele decirse, cuando hay dos toques en el área, el balón suele acabar en gol. Así fue. Guerrón perdió la marca ante un atacante de River, para que el balón le quedara a Carlos Sánchez para que definiera.

El ariete definió de forma perfecta. El 1-1, a falta de 20 minutos avisaba que el partido se le complicaría a Tigres.

Sin embargo, el propio Joffre tuvo una oportunidad con el arco del cuadro rioplatense a disposición. Su tiro resultó desviado para levantar suspiros de alivio en el Monumental, que poco a poco se frustró.

Entre un poste agónico en minuto 91 y Nahuel Guzmán, la escuadra mexicana logró evitar el gol de la voltereta y regresar a San Nicolás de los Garza con las manos vacías.

El tiempo se extinguió. Los felinos del norte se conformaron con la unidad cosechada como visitantes, en uno de los estadios más difíciles de todo el continente.

El triunfo se les había ido de las manos, pero sumar de visita suele ser gratificante para cualquier equipo.

Así se consumó el séptimo empate de una escuadra tricolor en tierras de la albiceleste. Antes lo lograron el Guadalajara (tres ocasiones), Cruz Azul (dos veces) y el Atlas.

El siguiente partido de Tigres en la Copa Libertadores de América será otra vez como visitante ante el San José Oruro de Bolivia.

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