Instituciones y artesanos se suman a la protesta contra la marca Carolina Herrera, por su más reciente colección, Resort 2020, conformada por prendas que incluyen elementos culturales de Hidalgo, Oaxaca y Coahuila.

A través de su cuenta de Facebook, el Instituto Casa de las Artesanías de Chiapas indicó que se unía a la inconformidad por la apropiación cultural cometida por los diseñadores Carolina Herrera y Wes Gordon, tal y como expresó Alejandra Frausto, secretaria de Cultura federal, a través de una carta.

“Apenas en el 2018 hubo un caso similar en Chiapas, la prensa  halló que unas chamarras que promocionaba la marca española Zara, traía un dibujo similar a un bordado usado por las mujeres de Aguacatenango, en el municipio de Venustiano Carranza”, señaló el Instituto Casa de las Artesanías de Chiapas.

El 10 de junio, Alejandra Frausto pidió a los diseñadores Carolina Herrera, fundadora de la marca del mismo nombre, y a Wes Gordon,  director creativo de la compañía y quien encabeza la colección, dar a conocer los fundamentos para hacer uso de elementos culturales de Hidalgo, Oaxaca y Coahuila, que están presentes en diferentes prendas de Resort 2020.

“(Solicito que los diseñadores) expliquen públicamente con qué fundamentos decidieron hacer uso de elementos culturales cuyo origen está plenamente documentado, y cómo su utilización retribuye beneficios a las comunidades portadoras”.

En la colección Resort 2020 aparecen los modelos 8 y 23, con bordados originarios de Tenango de Doria, Hidalgo; los modelos 11 y 13 que incorporan bordados del Istmo de Tehuantepec; así como los modelos 14 y 16 que incorporan el “sarape Saltillo”.

El mismo 10 de junio, la artesana Martha Caro Castillo, de San Nicolás, de Tenango de Doria, envió una carta a Alejandra Frausto, en la expresó su “enojo por el constante uso de nuestros dibujos y diseños de marcas del mundo, como ahora lo hace Carolina Herrera, sin tomarnos en cuenta. Solicitamos su apoyo para evitar estos abusos”.

Por su parte, Wes Gordon, director creativo de Carolina Herrera, emitió un comunicado el 13 de junio, en el que señaló que se trataba de un “homenaje a la riqueza de la cultura mexicana".

Sin embargo, el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) también se sumó a las protestas e incluso, dijo que se examinarán las posibilidades legales de interponer las acciones legales para defender los derechos e intereses de las comunidades afectadas.

“El presunto homenaje a la cultura mexicana es un pretexto o intento dejustificación para plagiar y lucrar con la propiedad de los pueblos. Los diseños indígenas y sus manifestaciones artísticas son producto de su historia, identidad, conocimientos y cosmovisión, por lo que su uso sin su conocimiento sin su autorización constituye un acto violatorio de los derechos humanos y se traduce en una muestra de la opresión y mentalidad colonizadora con la que se sigue tratando a los pueblos indígenas”, señaló el INPI.

Además el INPI argumentó que debe cumplirse el Artículo 31 de la Declaración de la Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, que señala que corresponde a los pueblos el derecho de “mantener, controlar, proteger y desarrollar, su patrimonio cultural, sus conocimientos tradicionales, sus expresiones culturales tradicionales...”

“En consecuencia, el consentimiento de los pueblos es requisito indispensable para que terceros ocupen sus diseños y creaciones artísticas y en todos los casos deben participar de los beneficios que éstos generen”, indicó el INPI.

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