Fue la semana pasada que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, instó a las llamadas “corcholatas” a abandonar sus cargos para dedicarse exclusivamente a sus precampañas de cara a la elección de la candidatura de Morena a la presidencia del país para 2024. ¿Qué movimientos se han gestado y qué impacto tienen para la política mexicana?

Los precandidatos Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum, Adán Augusto López y Ricardo Monreal recién se reunieron en un evento del Consejo Nacional del Movimiento de Regeneración Nacional. Paralelamente, el mandatario invitó a los líderes de los partidos aliados de Morena, el Partido del Trabajo y el Partido Verde Ecologista de México, alentándolos a proponer su propia candidatura para la contienda electoral del siguiente año. Así, quienes han asumido esa calidad han sido los líderes Gerardo Fernández Noroña y Manuel Velasco, respectivamente, situación que no sorprende a nadie.

No obstante, en el caso del partido oficialista, ya los cuatro contendientes por la candidatura han renunciado a sus cargos para avocarse a la precampaña dentro de la militancia morenista. De acuerdo con lo señalado por el Consejo Nacional de Morena, el cuarteto de precandidatos podrá realizar recorridos en todo el país para compartir su proyecto y fortalecer la base de sus simpatizantes. El tiempo establecido para realizar tal proselitismo es de mañana lunes 19 de junio al domingo 27 de agosto, puesto que la encuesta interna en Morena, que decidiría de una vez por todas la candidatura del partido para las elecciones presidenciales de 2024, se aplicará en los días subsecuentes.

Desde luego, hay dos problemas con esta situación. La primera es que el Instituto Nacional Electoral ha revisado el plan morenista y ha instado al partido no realizar actos anticipados de campaña, orden que probablemente no sea acatada por los precandidatos. Y la segunda es la confianza que habría en esa encuesta interna de Morena. Basta con recordar que se efectúo una para la candidatura de la Jefatura de Gobierno de 2018, pero se desconoció el resultado. ¿Para qué se realizaría entonces la famosa elección interna si quien al final va a decidir es el inquilino de Palacio Nacional?

Por otra parte, las renuncias ya se efectuaron. El primero en haberlo hecho fue Ebrard, quien aventaja en varias cuestiones. Una: acata la indicación de López Obrador, cuestión que es relevante en el presidencialismo mexicano y más teniendo en cuenta la personalidad del tabasqueño. Dos: al haber sido el primero en abandonar su puesto, su concentración puede estar decantada al cien por ciento en su campaña interna con morena. Y tres: evidencia que, para él, dejar pronto su cargo no le genera un obstáculo para ganar simpatizantes.

Esto último es importante porque para otros precandidatos ha sido más complicado tener que renunciar a su cargo desde ahora, puesto que les ha servido como una plataforma política de peso para fomentar su campaña política y electoral con otros militantes y los ciudadanos, respectivamente. Aquí se verá quién puede hacer campaña sin su cargo y cómo le irá. Por ende, las siguientes semanas serán trascendentales para identificar quiénes cuentan con el apoyo, pero también para ver cómo se podrían comportar en la campaña presidencial de 2024. Seguro habrá tensiones, ilegalidades y las verdaderas caras entre competidores.


Niels Rosas Valdez
Historiador e internacionalista
@NielsRosasV (Twitter)

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