Los hechos demuestran la importancia de la investigación científica y tecnológica, la cual está asociada a la educación de calidad y a políticas acertadas que han llevado a distinguirse a países con gobiernos visionarios en los cuales se ha decidido invertir en la educación de calidad y en la generación de conocimientos, con la suma de recursos públicos y privados.

En estas circunstancias, las naciones más desarrolladas se han visto en la mejor posibilidad de atender la exigencia mundial de desarrollar vacunas contra el virus SARS CoV-2. Estos países corresponden principalmente a Europa, en la que se incluye parte de Rusia; en América, Estados Unidos y Canadá; y en Asia, destacan China y RusiaDebe reiterarse que la educación es uno de los instrumentos más poderosos para reducir la pobreza y la desigualdad, brinda las bases para un crecimiento económico sostenido.

Una de las principales componentes asociadas a la educación superior de calidad, vital para elevar la competitividad de una nación, es la investigación científica y tecnológica, México debe comprometerse e invertir en ello.

Es primordial contar con educación de calidad en todos los niveles para disponer del capital humano necesario para el desarrollo, lo cual contribuye a la movilidad social, al progreso de la persona y de la colectividad, así como a la productividad.

La cultura del esfuerzo, la creatividad, la competitividad, además de valores como la honorabilidad y la solidaridad, son esenciales para el progreso de una nación y una sociedad justa.

En investigación científica y tecnológica, sí existen instituciones mexicanas que pueden responder a las necesidades en ámbitos del interés regional, nacional y mundial, pero requieren mayor apoyo del gobierno y del sector privado.

Tenemos diversos desafíos por resolver en México, uno de ellos es la pandemia causada por el nuevo coronavirus, la cual no ha podido ser controlada.

La UNAM, la UAQ y el IPN, entre otras instituciones, establecieron líneas de investigación que incluyen la búsqueda de vacunas y diversas acciones relativas a la enfermedad que provoca el SARS-CoV2, pero la respuesta posiblemente se tendrá en un par de años. Es pertinente saber qué tanto se ha invertido en México para tal propósito, sobre los recursos financieros que han recibido estas instituciones por parte del gobierno y del sector privado para apoyar sus investigaciones. Otra preguntas a responder se refieren a cuánto se ha invertido nuestro país para el desarrollo de las vacunas que ya se están aplicando y algunas de las que están por integrarse a la vacunación en México y en el mundo, además de la proporción en que ha participado respecto al total de aportaciones hasta la fecha.

Laura Palomares encabeza uno de los dos proyectos de vacunas que desarrolla la UNAM contra el SARS-CoV2. En este proyecto se decidió trabajar con epítopos específicos que en estudios anteriores ya han probado ser inocuos. La Dra. Palomares ha señalado que en México no se fabrica ninguna vacuna desde hace casi 40 años, se tiene completa dependencia del exterior, porque se ha desmantelado la infraestructura que se tenía, lo cual debería reconsiderarse, por razones de seguridad nacional.

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