El acelerado crecimiento de la población y la importante actividad económica en la ZMQ han generado la demanda creciente del líquido vital; el importante atractivo que representa Querétaro, por los atributos que ofrece nuestra entidad, ha favorecido su dinámica sostenida. Estas circunstancias no han seguido la armonía necesaria para la sostenibilidad de nuestro desarrollo, lo cual requiere de sumar esfuerzos, estrategia y decisiones que le brinden un mejor futuro.

El consumo de agua en la ciudad de Querétaro se origina principalmente en la población urbana, del orden del 70%; en agricultura un 20% y la industria utiliza aproximadamente un 10%. A nivel estatal las proporciones son distintas, sin embargo, cabe destacar que en la ciudad de San Juan del Río resulta muy significativa la cantidad de consumo de agua por parte de la industria y por la actividad agropecuaria.

La industria, en la mayoría de los casos, realiza el tratamiento de las aguas que utiliza, las aguas negras de las zonas urbanas, como la referente a la ZMQ, son conducidas a plantas de tratamiento y las del sector agropecuario no siempre reciben tratamiento. La pertinencia, calidad y proporción del tratamiento que se aplica, es diversa. Esta situación llega a tener similitud con lo que acontece en otras entidades de nuestro país, con las variantes que se derivan de las características de las diferentes regiones.

En el caso de la ZMQ, con relación al balance del agua subterránea, considerando especialmente el valle de Querétaro, no existe suficiente evidencia de que exista recarga ni por lluvia, ni inducida o alguna otra; resulta escasamente factible. Suponer que el agua por pérdidas en el sistema de agua potable urbano, sea integrada al acuífero, es equivocado. En el valle existe una capa de suelo arcilloso superficial de espesor variable, la cual tiene permeabilidad muy baja (menos de 10-6 cm/seg).

En el valle de Querétaro, cuando ocurren las lluvias, en zonas no cubiertas por alguna clase de edificación, el suelo se humedece, pero esa agua no penetra a más de 3 metros de profundidad en la temporada de lluvias; en la etapa de estiaje esa agua se pierde por evaporación o evapotranspiración, en buena medida. Esto lo conoce quien aquí escribe, como resultado de la investigación que ha realizado en la UAQ, junto con otros colegas, en la zona de Jurica, principalmente.

El crecimiento de la ZMQ difícilmente es la causa de no recarga del acuífero, no existe evidencia. Lo que sí resulta cierto, es la pérdida de capacidad de retención de escurrimientos, lo cual propicia las inundaciones. En la ZMQ se han destruido gran cantidad de bordos y luego se han convertido en desarrollos inmoviliarios. Por otro lado, desafortunadamente, los ríos, bordos y presas en la ZMQ, como en otras regiones de Querétaro, suelen presentar contaminación.

Resulta imperioso, entre otras medidas de cuidado del agua, disminuir las fugas del sistema, las cuales consumen una proporción importante del agua en la ZMQ. Esto mismo debe hacerse en todas las urbes en México.

El reto que tenemos está en lograr la armonía entre Recursos Naturales y crecimiento, comprometernos en un desarrollo sostenible. (Continuará)

Ex rector de la UAQ

Google News