El título de esta columna me lo pregunto todos los días. Y es que el triunfo del movimiento constituido por López Obrador es multifactorial, sin duda una de las principales causas fue el hartazgo social mayoritario.

Y es que nuestro país estuvo gobernado por el PRI prácticamente todo el siglo pasado. Después arrancamos el milenio con dos sexenios del PAN, para nuevamente regresar al PRI un sexenio más. Andrés Manuel luchó contra ambos por casi dos décadas, centrando su discurso en que ambos, el PRI y el PAN, eran lo mismo, la mafia del poder.

Esta mafia inventada por AMLO logró conectar con el inconsciente colectivo mexicano, se fue convirtiendo poco a poco en el gran enemigo y la explicación sucinta de todos los males de nuestro país. La mafia significó corrupción y ésta era lo que detenía cualquier avance. La insistencia discursiva más las pruebas irrefutables de corrupción en el sexenio pasado lograron permear en la sociedad y se creó un hartazgo que llevó a López Obrador a ganar con márgenes no vistos desde la época del priato.

Insisto, el desprestigio de la memoria colectiva de los gobiernos del PRI y el PAN, no fueron el único factor de la victoria contundente en la elección, pero sí uno fundamental e importante.

El movimiento triunfó y López Obrador por fin pudo conseguir la Presidencia. Ahora, desde el poder, el Presidente literalmente todos los días nos sigue recordando que el pasado es peor que el presente, por más sombrío que parezca nuestro cotidiano ha logrado vender esa idea: regresar al pasado sería dañar más a México.

Se pensó en algún momento que la aprobación de Morena estaba hilada a la del Presidente, que sin él en la boleta el partido no valía nada. Ahora que vemos las encuestas hacia el 2024 nos damos cuenta que va más allá, el discurso de los buenos y los malos ha permeado en la sociedad hasta convertirse en una realidad tan sencilla de explicar que nos permite a todos ser parte de ella. Usted que me está leyendo según a quien le vaya estará en la lista de los buenos, aunque para otros será malo, no tiene mucha ciencia.

Lo verdaderamente peligroso hacia adelante es que estamos inmersos en una administración que más allá de las opiniones que pueda generar, en los hechos está completamente reprobada.

Cuando revisamos los datos duros y los resultados de la actual administración podemos observar la crisis en seguridad, educación, salud, combate a la pobreza, bueno hasta en combate a la corrupción estamos reprobados y eso que fue la principal bandera discursiva.

A pesar de la falta de resultados, y el tiempo transcurrido en este sexenio, el hartazgo por el viejo régimen no sólo continúa, sino que se acentúa en el pasar de los meses. Es la explicación de por qué Morena hoy gobierna en 22 estados de la República. La marca-partido se logró consolidar más allá de AMLO. ¿Hasta dónde nos llevará el hartazgo y el rencor por el pasado? Porque de seguir las tendencias que ha dado este gobierno en todos los rubros, México está destinado al fracaso.

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